Asia

China

Seúl participa en unas maniobras militares junto a Japón y EE UU

Las operaciones coinciden con la tensión con Pyongyang

Marines estadounidenses trabajan en la cubierta del portaaviones nuclear «George Washington» durante las maniobras con Corea del Sur
Marines estadounidenses trabajan en la cubierta del portaaviones nuclear «George Washington» durante las maniobras con Corea del Surlarazon

PEKÍN- Washington está reuniendo a sus aliados en Extremo Oriente para afrontar la amenaza de Corea del Norte y, así, ganar posiciones estratégicas frente a China. Las armadas de EE UU y Japón iniciaron ayer unas aparatosas maniobras en el Mar del Este, una demostración de poderío militar a la que se invitó a Corea del Sur a última hora como «observador», algo que no había ocurrido nunca. La decisión se produce en medio de la escalada de tensión que ha vivido el conflicto entre las dos Coreas. Trabajando en esa misma dirección, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció el miércoles una reunión entre los ministros de Exteriores de los tres países para discutir la amenaza norcoreana.

Las maniobras, que al parecer estaban planeadas desde hacía algún tiempo, han puesto en el mar bastante más músculo militar que las recién concluidas frente a las costas de Corea del Norte. Se trata de los «juegos de guerra» más importantes realizados en la zona en tres años, en los que Japón desplegará 34.000 soldados, 40 buques y 250 aviones, mientras que EE UU movilizará 10.000 hombres, 20 barcos de guerra y unos 150 cazas de combate, además del portaaviones nuclear «George Washington», que viene precisamente del Mar Amarillo, donde fue utilizado para intimidar al régimen de Kim Jong Il. El escenario elegido son las islas suroccidentales de Shikoku.

Los mares que bañan Asia por el Pacífico han cobrado un creciente interés estratégico y los movimientos militares en la zona van en aumento. La amenaza norcoreana es lo de menos: a los aliados de EE UU les preocupa más el auge de China, potencia que mantiene numerosos contenciosos abiertos con sus vecinos sobre sus fronteras marítimas y aguas territoriales. Frente al gigante asiático y a la amenaza nuclear de Kim Jong Il, EE UU sostiene la defensa militar de sus dos grandes aliados –Japón y Corea del Sur– con quienes Washington cuenta para controlar el que se ha convertido ya en el océano más importante del mundo. La VII Flota americana, que no ha abandonado la zona desde 1945, mantiene un cerco de seguridad alrededor del gigante asiático.