Bruselas

Ciolos y Silva

La Razón
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Dacian Ciolos es rumano y desempeña el puesto de comisario de Agricultura de la UE; José Manuel Silva es español y ostenta el cargo de director general de Agricultura de la Comisión Europea. Ambos son los responsables directos de la propuesta que se presentó ayer en Bruselas para reformar la Política Agraria Común (PAC), con las medidas que se pretenden aplicar a partir de 2014. Y han montado un gran carajal de muy difícil, por no decir imposible, comprensión. Este «dúo dinámico» se ha liado la manta a la cabeza, han intentado la cuadratura del círculo y han logrado un conjunto de propuestas contradictorias. Un sinsentido, vamos. Parece como si hubiesen recogido unas medidas de aquí, otras de allí, dale al corte y pega y ahí está el documento de ayer.

Al margen de que España pueda salir beneficiada o perjudicada, cuestión importante, hay que destacar un hecho significativo. Resulta que el mundo necesita más alimentos porque la población va en aumento; pues bien, los de Bruselas han decidido olvidar una vez más, y son ya muchas en los últimos años, que la principal labor de los agricultores y ganaderos es justamente la producción de alimentos, y han abandonado la orientación productivista, primando el componente medioambiental, que también es importante, pero no más que la otra. El llamado «reverdecimiento» de la PAC es el hilo conductor de esta nueva propuesta que ahora discutirán los ministros de Agricultura, muy pendientes de lo que digan sus colegas de Economía, que son los que tienen la última palabra sobre el dinero necesario para financiar estas medidas, autentica clave de la cuestión. El problema está en que «lo verde» por sí solo no nos dará de comer. ¡Ciolos y Silva: «vade, retro»!