Enemigos íntimos

MADRID- Amigos en Bruselas, enemigos en Kiev. La alianza estratégica entre Mariano Rajoy y Mario Monti en el Consejo Europeo –que ha servido para torcer el brazo de Alemania y sus duras condiciones para las economías de España e Italia– se tiñe hoy de rivalidad deportiva. Los dos jefes de Gobierno se verán nuevamente las caras en Kiev, donde España e Italia jugarán la final de la Eurocopa. La competición futbolística ha tenido durante todo el campeonato una lectura en clave sociopolítica. Alemania eliminó a Grecia –Angela Merkel acudió al estadio para ver el partido– y soñaba con llegar a una supuesta final en la que España sería el último contrincante a batir de los llamados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España). La realidad estropeó los planes de muchos alemanes. La selección germana perdió en Polonia contra Italia y el Gobierno alemán claudicó en Bruselas el viernes ante el eje Roma-Madrid. Con su presencia hoy en Kiev, tanto Rajoy como Monti se desentienden del boicot liderado por París y Londres a la Eurocopa de Ucrania, por el caso de la ex primera ministra encarcelada Timoshenko. El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, argumentó que la presencia de Rajoy en Ucrania se debe a que se trata de una final de una gran competición.

A Rajoy le acompañará el Príncipe de Asturias, que también viajará hoy a Kiev para arropar desde el Estadio Olímpico de la capital ucraniana a la selección española. Compartirán palco con el presidente de la UEFA, Michel Platini, que es quien por protocolo preside el partido. Allí también estarán el presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, como coorganizadores de la Eurocopa. También podría asistir el polémico presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.