Bruselas

Merkel y Sarkozy sellan un pacto para inyectar capital a la banca

La canciller Angela Merkel, ayer junto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en Berlín
La canciller Angela Merkel, ayer junto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, en Berlínlarazon

Berlín- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron ayer en Berlín acuciados por una crisis del euro que avanza imparable y ha hecho saltar las alarmas en todos los rincones del planeta, desde Estados Unidos a los países emergentes.

Conocedores de la expectación levantada y de que debían comunciar algo al mundo que tranquilizase a los mercados en víspera de otro lunes crucial, se apresuraron a anunciar un acuerdo para impulsar la recapitalización de la banca europea. «Estamos decididos a hacer lo que sea necesario para garantizar la recapitalización de nuestros bancos», afirmó Merkel nada más comenzar la rueda de prensa conjunta con Sarkozy.

«Alemania y Francia quieren que se apliquen los mismos criterios y que éstos sean aceptados por todas las partes. Vamos a pedir a las autoridades implicadas que comprueben si lo que estamos haciendo es sostenible», explicó.

El órdago del eje franco-alemán, un «paquete completo» de medidas del que no dieron detalles, incluye «más integración» económica, más mecanismos anticrisis y la reforma de tratados comunitarios, todo dentro de una «nueva visión» europea en la que «Grecia es parte de la eurozona» de forma indiscutible.

«Alemania y Francia colaboran para asegurar la estabilidad financiera de la eurozona. Vamos a encontrar una solución duradera», aseguró por su parte Sarkozy. «Estamos decididos a defender y apoyar a la banca porque es fundamental para dar una salida sólida y duradera a la crisis de la deuda», enfatizó Merkel.

Sarkozy, por su parte, concretó que la propuesta de recapitalización será presentada formalmente a finales de octubre. «Somos muy conscientes de que Francia y Alemania tienen una responsabilidad concreta en la estabilización del euro (...). Debemos dar una respuesta sostenible e integral», aseguró.

El dirigente francés quiso poner el énfasis en que «el acuerdo es total». En ese sentido, oficializaron su rechazo a utilizar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para inyectar liquidez a los bancos, destacando que sólo se utilizará como último recurso. La victoria de Merkel quedaba así oficializada, a falta de que la apoyen el resto de socios. «El FEEF sólo se activará si un país no puede salir por sí solo», apostillaba Merkel por si quedaba alguna duda. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estimado en 200.000 millones de euros las necesidades de capital de la banca europea.

Reforma de los tratados
Con respecto a la situación de Grecia, ambos líderes abogaron por esperar al nuevo informe de la troika –formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE)– que analiza las cuentas del país y que se hará público el 24 de octubre. Esa cautela no está reñida con su certeza de que la solución pasa por que «Grecia siga siendo parte de la eurozona», destacó Merkel.

Además, la canciller aseguró que en los próximos días Francia y Alemania lanzarán «nuevas propuestas» para cohesionar aún más la Unión Europea (UE), incluidos «cambios en los tratados», unas reformas que el presidente francés calificó de «significativas».
Ambos líderes tienen previsto concluir su plan a finales de octubre, una vez que traten sus propuestas con el resto de «socios» comunitarios y con los «mercados», explicó Sarkozy. En este periodo se celebrarán la reunión de ministros de Finanzas del G-20 (París, 13 y 14 de octubre) y la cumbre de la UE y la eurozona (Bruselas, 17 y 18 de octubre).
Así, el próximo 3 y 4 de noviembre la UE podrá cumplir con su «responsabilidad», dijo Merkel, y explicar en la cumbre de líderes del G-20 (Cannes) su respuesta definitiva a la crisis. «Sabemos el camino», afirmó Sarkozy, aunque reconoció que «aún» no han logrado cerrar «los detalles» de su ambicioso programa común.

 

Importantes reformas de los tratados de la UE
La insistencia de Merkel y Sarkozy sobre la necesidad de acometer «importantes modificaciones» en los tratados de la Unión Europea da a entender que esta vez van en serio, aunque se ignora aún de qué calado serían esas medidas y mucho más su posible eficacia. Todo hace indicar que irían dirigidas a la armonización fiscal entre los miembros de la Unión, ya que la diferencia de impuestos es uno de los caballos de batalla de políticos y empresarios. Por ejemplo, el Impuesto de Sociedades en Irlanda es del 12,5%, cuando en Alemania, Francia o España ronda el 30%. Otra de las exigencias de la canciller alemana es la de poner coto a los despropósitos y el despilfarro de algunos de los socios. Se trataría de obligar de alguna manera a éstos a «seguir el ejemplo de los países con mejores prácticas». Dada la crudeza de la crisis y la agilidad habitual de las instituciones europeas, parece que Merkel y Sarkozy predican en el desierto. Barroso tiene trabajo por delante.