Medios de Comunicación
Un formato con premio seguro
Pregunta: ¿cuál es el formato televisivo que se mantiene en la parrilla de cualquier cadena con unos datos de audiencia constantes y que funciona en todas las franjas horarias? Tienen unos segundos para pensar. Correcto: los concursos. «Pasapalabra» (Telecinco), «Password» (Cuatro), «La ruleta de la suerte» (Antena 3) y «Saber y ganar» (La 2) son los bastiones que aguantan el temporal de la contraprogramación, capitaneados por un público fiel a su cita diaria que ofrecen unos datos de audiencia nada despreciables. Y si seguimos con el juego de las preguntas la cuestión es: ¿qué es lo que hace que un formato como éste sea garantía de éxito?Enric Lloveras, productor ejecutivo de «La ruleta de la suerte» en A-3, lo tiene claro. «Es entretenimiento puro y duro y tienen una estructura sencilla que se puede entender con relativa rapidez y de forma intergeneracional». La prueba es el 21% de audiencia media que tiene este clásico de la televisión que A-3 recuperó hace cinco años. Sergi Schaaff, el creador y director de «Saber y ganar», otro clásico televisivo que acaba de cumplir 3.000 programas, va más allá y los define como un espectáculo «que además de entretenimiento y competitividad mezcla una parte de documental con ‘‘reality'', porque ves cómo está sufriendo el concursante». Y es que la posibilidad de participar en casa es uno de los elementos clave para Lloveras porque «supone la simulación de una ilusión del espectador que piensa que él habría llegado más lejos, que sabe más que el concursante y al final lo que se pone en juego son las emociones y la complicidad». Fidelización y variedadOtro de los elementos que coinciden en señalar ambos profesionales es la fidelización. «Saber y ganar» ha apostado por los concursantes «y al manternerlos tanto tiempo el público empatiza con ellos», asegura Schaaff, mientras que Lloveras se centra en la franja horaria: «Ni de broma cambiaría ‘‘La ruleta'' de hora porque ahora con las 36 opciones de la TDT los espectadores tienen que tener claro a qué hora empieza el programa que les interesa».En un formato diario, el peligro puede acechar en que la misma mecánica haga que el concurso resulte aburrido o repetitivo. El alma máter de «Saber y ganar», responsable de éxitos como «El tiempo es oro» o «3x4», sabe por experiencia que estos programas «tienen que ser rituales, tener la misma planificación día a día porque lo necesitan. Nosotros lo transformamos a una velocidad muy lenta, dejamos la estructura, dando una vuelta de tuerca para que parezca diferente». En el caso del espacio de A-3, la productora tuvo que hacer una adaptación cultural de los paneles e incluyeron refranes populares, canciones pop de todos los tiempos o piropos, «pero no los clásicos sino los de mujeres a los hombres porque nuestro equipo es femenino», confiesa Lloveras. También se intenta romper la rutina dos o tres veces al mes con programas temáticos como el dedicado a la Feria de Abril o a los cómics, «para abrir el abanico de público». Con estos resultados de audiencia, es lógico que a ambos programas les hayan salido muchas novias. «Sobre todo al principio», explica Schaaff, «porque hacíamos un 17% de audiencia y hubo cadenas que nos tentaron, pero siempre he creído que en La 2 estamos bien, con un millón y medio de espectadores, triplicamos su audiencia y en otra cadena no hubiera durado tanto». «Antena 3 nos cuida mucho y la historia de la TV está llena de deslealtades que han acabado mal», asegura Lloveras.
Palabra por palabra Uno de los elementos comunes de los concursos que triunfan es el uso de la palabra para jugar y a la vez fomentar el conocimiento. En «Saber y ganar» el público «quiere su ración de cultura y a mí me gusta hacer una TV que sirva para algo, no fabricar programas vacíos», sentencia Schaaff. Los concursos están dentro de «una categoría de programas que aportan algo y después de verlos no te da la sensación de haber perdido el tiempo frente al televisor», asegura Lloveras, que señala que en «La ruleta de la suerte» las secciones que más éxito tienen son las de «Sabías que...» o la que refleja titulares «locos» de la prensa porque «son cosas que sacian la curiosidad del espectador». Cuando el público tiene un papel pasivo, «hay un 50% de posibilidades de que el programa fracase».
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