Bruselas

La guerra hispana

La Razón
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El acuerdo al que se llegue en el marco de la reforma de la PAC introducirá cambios en los criterios para repartir las ayudas directas que se establezcan de nuevo o que se hereden del periodo actual. Todo hace pensar que el sistema vigente ahora, basado en los rendimientos históricos, dejará paso a otro nuevo en el que se tendrán en cuenta todavía más los criterios medioambientales, el que la explotación esté en alguna zona con dificultades específicas, el ser joven agricultor, el ser agricultor y ganadero activo y algunos otros. Eso puede provocar cambios en las cifras que se reciban en cada uno de los Estados miembros, aunque no creo que vaya a haber mucha variación, porque ninguno querrá recibir menos. Pero, en España, además de ese problema, habrá que hacer frente a otro no menor, ya que la decisión que se adopte en Bruselas podría suponer pérdidas para algunas regiones, que ingresarían menos «pasta» en beneficio de otras.

De hecho, en algunas regiones como en Andalucía ya han comenzado a hacer sus cálculos, siempre sobre la base de los borradores que se han filtrado de las propuestas que presentará la Comisión el día 12 de este mes, y dicen que, en caso de triunfar esta tesis, su campo perdería un porrón de dinero que terminaría en otras CC AA. Tanto las organizaciones agrarias como su Administración han advertido que no lo tolerarán. Por resumir, que vamos a tener una doble guerra. La primera, la correspondiente a la negociación en Bruselas. La segunda, la que tendrá lugar en paralelo y, sobre todo, después de que se alcance el acuerdo en la capital comunitaria, que bien se puede denominar la hispano-española. No me gustaría estar en el lugar del próximo equipo que se haga cargo del Ministerio, se llame como se llame.