Aventura

La mancha volcánica amenaza a El Hierro

«El monte de Tajarana, en El Pinar, era ayer el lugar por el que todo el mundo quería pasar en El Hierro. Desde primera hora de la mañana, decenas de vecinos, turistas, periodistas, curiosos y también efectivos de la Unidad Militar de Emergencias desfilaron por el mirador para contemplar la huella del volcán submarino

Un vecino de la isla de El Hierro avista la mancha con fuerte olor a azufre que ha provocado la erupción submarina cercana a la costa
Un vecino de la isla de El Hierro avista la mancha con fuerte olor a azufre que ha provocado la erupción submarina cercana a la costalarazon

Valverde (el hierro)- «¿Has visto ya la mancha verde?» era la pregunta obligada en toda la isla. Y no era para menos. El famoso manchón turquesa, formado por los materiales expulsados por la tierra a sólo 750 y 200 metros de profundidad, era visible de una forma cada vez más nítida. Además, parecía aproximarse cada vez más a tierra.

Secuelas físicas
No se trataba sólo de un efecto óptico. Así pudieron corroborarlo algunos de los evacuados de La Restinga. Tras pasar su segunda noche fuera de casa, una decena de vecinos –los que no pudieron hacerlo el día anterior– fueron autorizados a regresar unos minutos, acompañados por las fuerzas y cuerpos de seguridad, a por enseres personales. A su llegada a lo que se ha convertido en un pueblo fantasma, se encontraron con una sorpresa que les recordó el peligro que, de acuerdo con los científicos, amenaza sus casas.

«Fue al salir por la puerta. Nos golpeó un olor muy fuerte que venía de la costa. Era azufre». Así lo cuenta Juana Reyes, a las puertas de la residencia de estudiantes de Valverde, donde sigue alojada con otro medio centenar de vecinos. Muchos aseguraban ayer que algunos de los desalojados sufrieron secuelas físicas por los gases que emanan de la tierra.

«Un señor tuvo que ser atendido en el hospital por irritación en los ojos. Los enfermeros dijeron que, si lo hubieran sabido antes, habrían tenido que llevar mascarillas», explica Silvana Santana, otra de las damnificadas de La Restinga. El azufre es uno de los gases que han emanado de la tierra. De acuerdo con fuentes cercanas al Cabildo, hasta ayer habían sido sólo gases, y no lava, lo que había salido de la tierra.

Pero, mientras el volcán se aproxima cada vez más a las viviendas de los habitantes de El Hierro y la señal de tremor vuelve a subir, de acuerdo con el Instituto Geográfico Nacional, el enfado de los que no tienen más remedio que quedarse en la isla también crece. Lo hacía patente el propio presidente del Cabildo, el socialista Alpidio Armas. Acompañado de los alcaldes de la isla y la consejera de Emergencias, del PP, convocó a la Prensa para desmarcarse públicamente de la gestión de la crisis. Las consecuencias económicas empiezan a pesar más que el peligro del que hablan los científicos sin concretar fechas ni consecuencias.

«Dejan morir al pueblo»
«Exigimos al Gobierno de Canarias que vuelva a abrir el túnel de Los Roquillos», proclamó Armas. «Están dejando morir al pueblo de La Frontera», explicó, junto al alcalde, David Cabrera, quien aseguró que el aislamiento del municipio está teniendo graves consecuencias económicas, como la caída «en un 70 por ciento» de las reservas en alojamientos turísticos. A pesar de que la infraestructura sólo tiene ocho años, vecinos y transportistas ya se han acostumbrado a convertir un trayecto de una hora en uno de 10 minutos, así que la mayoría de los vecinos, que sólo desea que termine la crisis vulcánica que empezó en julio, acogió con satisfacción la propuesta del Cabildo.

Animado por el apoyo popular, Armas confesó que «nunca» estuvo de acuerdo con los desalojos de La Frontera –una decena de vecinos lleva ya dos semanas evacuados– ni de La Restinga porque, aseguró, «algunos científicos me dijeron que son medidas exageradas».
Las reclamaciones del Cabildo sobre el cierre del túnel y la vuelta a la normalidad de los desalojados se toparon ayer con la negativa del Gobierno de Canarias. El director general de Seguridad y Emergencias, Juan Miguel Santana, explicó que el semáforo sigue rojo en La Restinga y amarillo en el resto de la isla, por lo que las medidas de seguridad se mantienen. Y no se sabe hasta cuándo, pues las predicciones científicas no aclaran mucho la situación. Sobre lo que ocurrirá en los próximos días, los investigadores manejan tres posibilidades: que explosione en la costa, en el interior de la isla o en aguas profundas.

Así lo explicó Ramón Ortiz, físico del CSIC, que compareció junto a Santana. A su juicio, «la mancha es una anécdota», y tampoco es importante si el magma está saliendo a través de dos o más bocas. Lo realmente importante es la evolución, que se conocerá en unos días. Para hoy sólo pudo pronosticar un panorama «similar» al de ayer. Por otro lado, señaló que se mantiene algo de sismicidad en el centro de la isla porque todavía «hay mucho magma que quiere salir».

 

El robot de Telefónica se queda en casa
El barco robot que Zapatero había pedido a Telefónica para explorar las huellas de la erupción finalmente no llegará. De acuerdo con fuentes de la compañía, el buque, en realidad, no pertenece a Telefónica, sino a un consorcio de empresas. Se trata de un barco de cableado, y no está preparado ni asegurado para llevar a cabo misiones de este tipo. En su lugar, el Gobierno canario enviará el buque «Profesor Ignacio Lozano», del Instituto de Ciencias Marinas. La llegada de esta embarcación, con seis tripulantes a bordo, está prevista para esta mañana. Desde entonces, colaborará en las labores de análisis de los restos de la erupción. En concreto, realizará diversos perfiles verticales de parámetros fisico-químicos y geoquímicos y de gases disueltos en las aguas.