OPINIÓN: Objetivos intermedios

Los objetivos intermedios son necesarios para poder alcanzar un objetivo final. La mayoría de los fracasos a la hora de alcanzar los objetivos propuestos son consecuencia de perder la motivación. En el «coaching», la fijación de objetivos intermedios es una práctica habitual a la hora de desarrollar planes de acción.
La semana pasada, un amigo me dijo que su objetivo era doctorarse en filosofía y ser profesor universitario. «Estoy motivado y me gustaría conseguirlo en un plazo de tres o cuatro años, pero cuando veo que hay quien se doctoran sobre los treinta y cinco o cuarenta años... me parece que esa meta es muy lejana». Asentí y le dije «anota todo lo que tienes que hacer para llegar a ser doctor». Escribió: hacer un master oficial, encontrar un director para mi tesis, darle título... y así hasta completar la lista.
Consideramos cada una de estas anotaciones como objetivos intermedios y diseñamos planes de acción para tener claro cómo alcanzarlos. En lugar de ver el gran salto que había desde su posición actual hasta la deseada, fuimos estableciendo hitos alcanzables que, al conseguirlos, mostrarían que estaba acercándose a su objetivo final, el doctorado y, a su vez, le aumentarían la motivación al verse cada vez más cerca de su meta. Tratar de alcanzar el objetivo final sin marcar antes objetivos intermedios es como intentar subir siete pisos con un solo escalón.
Siempre que nos planteemos un objetivo, es vital marcarnos objetivos intermedios que sirvan como hitos para saber que lo estamos haciendo bien y nos motiven a seguir adelante al ver nuestra meta cada vez más cercana.