País Vasco

Mayoría nacionalista con cinco variantes por Carmen Gurruchaga

La Razón
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Los resultados electorales en el País Vasco no dieron la mayoría absoluta a ninguno de los partidos, aunque sí un claro triunfo a nacionalistas frente a constitucionalistas. También se produjo un empate parlamentario entre derecha e izquierda, que desempataría el representante de UPyD, que repite. Esker Batua no se sentará en la Cámara vasca por primera vez en democracia y, también casi por primera vez, los nacionalistas vencieron a los constitucionalistas en la provincia de Álava. Bildu obtuvo un resultado peor al que esperaba, y en Guipúzcoa, donde ha gestionado, casi un 30% de los electores les dieron la espalda. Parece evidente que únicamente el PNV tiene posibilidad de gobernar, solo o en compañía de otros, y aunque también podría vislumbrarse un acuerdo entre la izquierda, no parece factible. El bloque constitucionalista no obtenía un resultado tan desfavorable desde la época de Carlos Garaicoechea.
1.- PNV en minoría con sus 27 parlamentarios y acuerdos puntuales con las restantes fuerzas, en función de la iniciativa que quiera aprobar. Todo lo referente a cuestiones identitarias las sacaría adelante con Bildu y para las restantes, más relacionadas con asuntos económicos o educación, se apoyaría en una de las dos formaciones «españolistas». En esta situación, para que Urkullu resultara elegido lendakari tendría que contar con la abstención de las restantes formaciones políticas o recibir los votos de alguna de ellas, siempre que las otras no presenten candidato.
2.- PNV con PSE. La unión de estos dos partidos, que sumaría 43 parlamentarios, ya gobernó la comunidad autónoma desde 1986 hasta 1998, hasta que todas las fuerzas nacionalistas firmaron el Pacto de Lizarra, que dio lugar a la tregua de ETA de 1998. Este bipartito no le resultaría extraño a nadie, pues reeditaría un gobierno que ofrecería una imagen de estabilidad, integraría nacionalistas y constitucionalistas y con ellos no correría peligro el gobierno de Bildu en Guipúzcoa, puesto que ambos partidos estuvieron de acuerdo en regalarle la Diputación de la provincia y el Ayuntamiento de San Sebastián. Sin embargo, podría crear dificultades para ambos a la hora de emprender ese camino hacia el cambio de marco jurídico-político pactado por Urkullu con el presidente de la Generalitat, Artur Más.
3.- PNV-PP. Dado que sólo sumarían 37 parlamentarios, parece una lejana opción de Gobierno, porque la suma de los parlamentarios es insuficiente y porque nadie duda de que el PP no podría ser el compañero mudo en la deriva soberanista que parece dispuesto a iniciar el PNV.
4.- PNV más Bildu. Es, probablemente, la opción preferida por la mayor parte del electorado nacionalista, pero no por los dirigentes del PNV, pues son consciente de que la izquierda abertzale es su más directo contrincante al tener en común una parte del electorado. Podría haber diferencias en las formas y los tiempos en el camino hacia ese reconocimiento del derecho de autodeterminación que ambos pretenden y además tendrían confrontaciones en cuestiones sociales pues no dejan de ser una opción de derechas con otra de izquierdas.
5.- Bildu-PSE-EB sumarían 37 y sería un gobierno de izquierda. Resultaría peligroso y difícil para los socialistas porque la deriva independentista de Bildu va acompañada de formas de actuar muy bruscas, lo que pondría en serios aprietos a los socialistas en el resto de España. Sería posible, aunque parece poco probable.