Rubalcaba promete ahora no congelar ni pensiones ni sueldos

Los ciudadanos no quieren una campaña de descalificación y trinchera; buscan respuestas a sus problemas, y no bronca política. La frase, más o menos textual, es de Alfredo Pérez Rubalcaba el día que el PSOE le proclamó candidato a la Presidencia del Gobierno. El 9 de julio, el otrora vicepresidente primero del Gobierno se conjuró para hacer del «escuchar, hacer, explicar» la marca de su campaña y huir del cuerpo a cuerpo .

Pero Rubalcaba dijo ayer que había llegado el momento de «dejar de ser prudente» y comentar las propuestas de Rajoy porque, a su juicio, a ellas se suman «los recortes de los Gobiernos del PP en Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia o Baleares». Y alertó contra una operación de «desguace del Estado del Bienestar». Palabras mayores que el candidato aderezó con una petición al presidente del PP para que aclare cuáles son sus planes si gana.
 Él barrunta lo peor: «Cuando dice no subiré el IVA y el IRPF de momento, quiere decir que lo hará en un segundo. Y dice "depende"cuando se le pregunta por las pensiones, pero en realidad quiere decir congelación». Rubalcaba se expresó en estos términos tras una visita a la empresa Flisa, una compañía promovida por el Grupo Fundosa de la Fundación ONCE, donde el 87 por ciento de sus empleados son discapacitados. Fue allí también donde adquirió un solemne compromiso con los pensionistas y los empleados públicos: «No les puedo prometer grandes subidas salariales porque nunca ofreceré nada que no pueda cumplir, pero entre la congelación y una subida salarial grande, hay mucho camino intermedio. Ni congelaré pensiones ni congelaré retribuciones de funcionarios», afirmó.

La declaración corrió como lapólvora por las redes sociales, donde durante todo el día se sucedieron comentarios sobre el pasado de vicepresidente del ahora candidato y su influencia y poder en un Gobierno que ya había congelado pensiones y rebajado sueldos públicos.
Ajenos a todo ello, los miembros del Comité Electoral del candidato insisten en la necesidad de desmarcar a Rubalcaba de algunas de las decisiones del Gobierno con el objetivo de arañar votos en una izquierda que se siente profundamente engañada por el Gobierno del PSOE. Y no sólo eso. Hace días que en la calle Ferraz se diseña una durísima ofensiva contra el PP y sus gobiernos autonómicos que se visualizará mañana con distintas ruedas de prensa en varias autonomías para alentar el miedo a la derecha y dibujar al PP como el demonio de la Sanidad y la Educación pública.

Entre las diez y media de esta mañana y la una del mediodía, los diferentes secretarios generales del PSOE comparecerán por toda la geografía española ante los medios para alertar de lo que, a su juicio, ha supuesto ya la eliminación de derechos y prestaciones sociales. Y es que en el PSOE sostienen que, en poco más de 100 días desde que tomaran posesión los presidentes autonómicos elegidos el 22-M, «los populares han sacado la tijera para recortar gastos, pero fundamentalmente en prestaciones sociales básicas que estaban consolidadas desde hace décadas». La operación estará coordinada desde Madrid por Rubalcaba, que también comparecerá en rueda de prensa a las doce y media de la mañana.

Antes que él lo harán Eva Almunia en Aragón; Francina Armengol y Francesc Antich en Baleares; Rosa Eva Tezanos y Lola Gorostiaga en Cantabria; Ana Redondo y Óscar López en Castilla y León; Jose María Barreda y Jose Luis Martínez Guijarro en Castilla-La Mancha; Guillermo Fernández Vara en Extremadura; Patxi Vázquez en Galicia, Francisco Martínez Aldama en La Rioja; Tomás Gómez y Maru Menéndez en Madrid; Begoña García Retegui en Murcia y Jorge Alarte en Valencia.