Yemen

La represión deja casi 30 muertos en Yemen

El Ejército de Saleh carga contra miles de manifestantes en Saná

Manifestantes antigubernamentales trasladan a uno de los heridos, ayer, durante las protestas en Saná
Manifestantes antigubernamentales trasladan a uno de los heridos, ayer, durante las protestas en Sanálarazon

EL CAIRO- El mundo se había olvidado de la incompleta revolución yemení hasta que ayer la brutal represión contra los manifestantes pacíficos que pedían el final del régimen del presidente Ali Abdalá Saleh volvió a llamar la atención sobre la más larga revuelta de la primavera árabe.
Al menos 27 personas murieron y cientos resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra una multitudinaria protesta en la capital yemení. Según los horribles relatos que llegaban ayer al anochecer desde Saná, la Policía y el Ejército, apoyados por hombres armados de paisano, habrían disparado contra los manifestantes, apuntando a las piernas, pecho y cabeza, y empleando proyectiles de gran calibre, incluso granadas. Algunas imágenes que circulaban por la red mostraban los cuerpos de los fallecidos con la cara y el cráneo destrozado.
En un hospital de campaña improvisado en una mezquita cerca de la plaza Taguiir, los muertos eran identificados y los heridos recibían tratamiento, aunque los médicos del centro preveían anoche que la cifra podía alcanzar los 60 fallecidos, según la TV árabe Al Yazira.
Las protestas y la violencia habían tenido lugar en otras zonas de Saná a lo largo del fin de semana, ya que la rabia y la frustración crecen en las calles yemeníes a medida que pasa el tiempo y el presidente Saleh no deja el poder, a pesar de llevar más de tres meses fuera del país.
El mandatario está recibiendo tratamiento médico en Arabia Saudí, después de haber sobrevivido a un ataque contra su palacio en junio, pero no convoca elecciones y sólo ahora ha delegado la autoridad en el vicepresidente, Abdu Rabu Mansur Hadi, para negociar una transición.
En el barrio de Hasaba, en el norte de Saná, la tensión se mantuvo elevada desde el viernes debido a los nuevos choques entre los hombres leales al líder tribal Sadiq al Ahmar y las fuerzas gubernamentales, a pesar de que existe una tregua entre ellos desde el pasado mayo. Asimismo, el sábado los manifestantes habían tomado la principal universidad de Saná y otros centros escolares en todo el país, impidiendo el comienzo del curso escolar.
El pasado 18 de marzo pasado tuvo lugar otra masacre en la que murieron más de 30 personas y cientos resultaron heridas por los disparos de la Policía que, también en aquella ocasión, abrió fuego indiscriminadamente contra los manifestantes. Al cierre de esta edición, la violencia aún no había remitido en Saná.