Estados Unidos

S&P rebaja su previsión de crecimiento para la zona del euro en 2012 al 11 %

La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's (S&P) ha rebajado su previsión de crecimiento para la zona del euro en 2012 del 1,5 al 1,1 %, como consecuencia del deterioro de la confianza empresarial en los países europeos y la desaceleración del crecimiento previsto para Estados Unidos.

En su último informe para Europa, S&P considera que Europa evitará volver a caer en la recesión el próximo año, pero advierte de que las probabilidades de que eso ocurra están creciendo y las cifra en un 40 %.

Asimismo, la agencia ha recortado las previsiones de crecimiento para las cuatro principales economías europeas, una rebaja que llega a medio punto en el caso de Alemania, para la que espera un avance del 1,5 % en 2012, en lugar del 2 %, por el debilitamiento de la demanda en los mercados no europeos.

Para Francia ha modificado su expectativa de crecimiento del 1,7 al 1,3 %; para Italia, del 0,8 al 0,5 %, y para el Reino Unido, del 1,8 al 1,7 %.

De esta forma, S&P ha revisado a la baja por segunda vez en cinco semanas sus proyecciones de crecimiento para la zona del euro, para la que prevé que el avance económico siga siendo "lento y desigual"en los próximos cinco trimestres.

Según el informe de la agencia, las encuestas realizadas a empresas y negocios durante agosto y septiembre apuntan a un deterioro de la confianza, que ya no sólo es visible en las economías más expuestas a la crisis de deuda soberana.

Ese deterioro está reflejando la ralentización de los sectores manufactureros y de servicios en toda Europa desde el principio del segundo trimestre.

Como factor adicional al desgaste del clima empresarial, S&P apunta al aumento de la presión de los mercados sobre las entidades financieras, cuyas acciones están cayendo de precio desde julio como consecuencia de su exposición a la deuda soberana.

Señala que algunos bancos han mostrado su intención de reducir su tamaño para incrementar su solvencia, lo que cree que podría ocasionar una adicional restricción del crédito y un encarecimiento de los costes de financiación.