Sostenibilidad en cada copa de vino

El Grupo Matarromera, integrado por siete bodegas y que cuenta también con áreas de enoturismo y cosmética, es uno de los galardonados este año con el Premio Europeo de Medio Ambiente por su proyecto «Matarromera sostenible en el Planeta Tierra». Las acciones que esta compañía, que actualmente produce más de tres millones de botellas de vino, está desarrollando en este proyecto, un plan a diez años que empezó en 2005, abarcan diversos ámbitos. Desde la apuesta por las renovables para cubrir su demanda energética, hasta el cálculo de la huella de CO2 de varios de sus vinos, concretamente Emina Verdejo, Emina 12 medes y Matarromera crianza –con la primera certificación Aenor en este ámbito–, pasando por la construcción de un edificio ecoeficiente para la sede central y el Centro de Interpretación Vitivinícola Emina.
«No es un proceso fácil. La tendencia es hacer las cosas de la forma más cómoda, y cambiar el modo de hacerlas es lo que más cuesta», explica el presidente del Grupo Matarromera, Carlos Moro. Lo que no impide que ahora que ya saben cuánto CO2 se genera en la producción de sus vinos, «lo siguiente que tenemos que hacer es disminuir esa cantidad». ¿Cómo? «Por ejemplo, rediseñando las botellas para emplear menos vidrio, que pesen menos y, por tanto, su transporte sea más eficiente». Pero no sólo eso: también incrementarán el empleo de renovables. «Avanzaremos en la sustitución de las actuales calderas de gas por las de biomasa».

aprovechar los residuos
De hecho, incorporar la biomasa como fuente de energía permite a la empresa aprovechar la enorme cantidad de residuos que generan las 500 hectáreas de viñedo, 80 de olivar (también producen aceite ecológico) y 25 ha de pinares que tienen. «Las 143 toneladas de residuos vitícolas y forestales que generamos al año nos permiten una producción anual de 623.200 kWh, y evitamos la emisión de 400 toneladas de CO2». Además, el edificio corporativo cubre el 90 por ciento de su demanda energética con renovables, puesto que también cuentan con instalación de fotovoltaica y solar térmica.
El área de I+D+i del grupo «es clave. De hecho, invertimos el 30 por ciento de nuestra facturación, unos 3,5 millones de euros al año. Y participamos en proyectos europeos, como el Demeter, para desarrollar técnicas de adaptación del viñedo al cambio climático, y el Life HAproWine, para mejorar la huella ecológica en la producción de vino, promover el reciclado de residuos y fomentar el uso de los recursos naturales».