Cataluña
Los sanitarios valoran el gesto de Mas pero instan a que se paren los recortes
La amenaza de huelga de los hospitales públicos cobra más fuerza
BARCELONA- Y el uno para todos surgió efecto. Un día después de que los representantes médicos de los ocho hospitales públicos se plantaran ante los nuevos recortes salariales y exigieran al Govern que se redujera el sueldo, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se sacó ayer un medida simbólica de la chistera. Los miembros del ejecutivo catalán no cobrarán la paga extra de Navidad. La iniciativa tuvo buena acogida entre los sindicatos sanitarios pero recalcaron que es insuficiente y no soluciona el problema.
«Se trata de un gesto inteligente y que honra al presidente de la Generalitat frente a la petición del colectivo médico», señaló el sindicato de Metges de Catalunya. «Pero en la práctica no resuelve el conflicto», añadió MC, porque «continua habiendo un problema encima de la mesa». Y el problema, con múltiples caras, es que el Govern ha exigido que el Instituto Catalán de la Salud reduzca su presupuesto más de un 10 por ciento en un año, lo que según los médicos que hicieran frente común anteayer, es «inasumible». El recorte exigido se ha traducido en la contratación de menos actividad asistencial y quirúrgica y así, en el cierre de instalaciones y la demora «sine de die» de consultas e intervenciones. Además, el ICS necesita aún conseguir 77 millones de euros para dejar el ejercicio presupuestario con déficit cero y su propuesta pasa por reducir 45 millones de euros en sueldos del personal sanitario o despidos. La iniciativa de Mas supone un ahorro de «sólo» 1,8 millones de euros.
«Nos parece un gesto positivo, aunque sí creemos que es poco más que un gesto», valoró Montse Peña, secretaria autonómica en Cataluña del sindicato de enfermería Satse. «Los encargados de la gestión del dinero deberían corresponzabilizarse», señaló Peña y añadió que «está bien que lo hagan ya que siempre nos piden que arrimemos el hombro. Aún así, el impacto salarial que tiene sobre nosotros una pérdida salarial de esa magnitud es claramente mucho más fuerte que en un alto cargo».
Para el representante de UGT, Juan Cobacho, «ya era hora» que el Govern se aplicara lo que trata de imponer a los trabajadores. «Pero no deja de ser un medida propagandística –de cara a las próximas elecciones– y poco realista que no da ninguna confianza a la estructura», criticó Cobacho.
De hecho, el mismo día en que Mas hizo su anuncio, se ratificó en cinco hospitales la decisión de ir a la huelga y miles de personas se manifestaron en contra de los recortes sanitarios en los centros de Bellvitge, Sant Pau y Dos de Mayo. Además, la Generalitat aceptó el ERE planteado por Mutua de Terrassa para reducir la jornada entre un 15 y 20 por ciento de 838 trabajadores.
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