Seattle

El juez reconoce que Knox y su ex novio pueden ser culpables

Amanda Knox, junto a su madre, atiende a la Prensa al llegar a Seattle
Amanda Knox, junto a su madre, atiende a la Prensa al llegar a Seattlelarazon

ROMA- Meredith Kercher, la estudiante británica asesinada en 2007, está lejos de descansar en paz. El juez Claudio Pratillo Hellman, presidente del tribunal de apelación de Perugia que el pasado lunes absolvió a los acusados, la estadounidense Amanda Knox y el italiano Raffaele Sollecito, ha añadido aún más incertidumbre al caso al afirmar que ambos «pueden ser» culpables.
«La absolución es el resultado de la verdad que se ha creado en el proceso. Pero la verdad puede ser distinta. Knox y Sollecito pueden ser responsables, pero no tenemos pruebas», aseguró el magistrado.
La clave para saber qué ocurrió en la habitación de Meredith durante la fatídica noche del 1 de noviembre de 2007 la tiene Rudy Guede, hoy el único condenado por el asesinato. «Él sabe lo que pasó, pero no lo ha dicho», aseguró el juez Pratillo, quien insistió en que Knox y Sollecito también podrían tener esa información. La liberación de ambos, que fueron condenados en primera instancia a 26 y 25 años de cárcel, respectivamente, ha hecho que Guede se plantee seguir sus pasos y apelar también su sentencia a 16 años de reclusión. «Fui condenado como cómplice de asesinato, pero cómplice de quién», ha dicho el joven a quienes lo han visitado estos días en prisión.
El juez respondió también a las críticas que ha recibido la sentencia desde la esfera política y ha mantenido que el tribunal no se ha equivocado con su resolución. «Si hubiese sido el Ministerio Público, habría actuado como ha actuado él. Sólo hemos valorado de forma distinta las pruebas. El Código Penal establece que basta una pequeña duda razonable para absolver. Nosotros hemos sido coherentes con nuestras convicciones», aseguró Pratillo Hellman.
Entretanto, la Fiscalía prepara un recurso al Supremo de la decisión del tribunal de apelación de Perugia. Se iniciará así el tercer juicio del «caso Meredith». «El Supremo decidirá si da la razón a la sentencia de primer grado o a la de segundo», declaró el fiscal Giuliano Mignini, responsable de la investigación del caso. En su opinión, la inmediata partida de Knox hacia Estados Unidos constituye una «huida al extranjero», pues si la máxima instancia judicial anula el fallo de la apelación, sería «condenada en rebeldía».