Griñán sobre un posible veto al SIP de CajaGranada: «No descarto nada»

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, fue ayer mucho más lejos de lo esperado en relación al proyecto de la gran caja andaluza que lanzó la semana pasada en el Parlamento. Mucho más lejos en cuanto a la presión a las entidades de ahorro se refiere. Un día después de que los consejos de administración de Cajamurcia, CajaGranada, Caixa Penedès y Sa Nostra aprobaran la «fusión fría» o la constitución en un Sistema Institucional de Protección (SIP), y casi a la vez que los cuatro presidentes se fotografiaban en Madrid rubricando el contrato de integración, Griñán, al ser preguntado en Granada por un posible veto del Ejecutivo andaluz, respondió: «Yo no descarto nada». «La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia se tendrá que pronunciar, por lo tanto no puedo decir nada ahora mismo y no sería ni ético. Cuando se puede juzgar no se puede prejuzgar», argumentó, según recoge Europa Press, y añadió: «Yo tengo una competencia que voy a ejercer. Punto».

Las declaraciones del presidente de la Junta causaron estupor, tanto entre el principal partido de la oposición como en los círculos financieros. Probablemente por ello, la Secretaría General de la Presidencia se apresuró a emitir un comunicado de aclaración a primera hora de la tarde en el que se quitaba hierro a las palabras que el propio Griñán había dicho unas horas antes. «El presidente de la Junta reitera su total respeto a las decisiones de los órganos de gobierno de CajaGranada, sean cuales sean éstas».

Aún así, la presión de la Junta sobre CajaGranada, el único verso suelto que traba la creación de la gran caja andaluza, acabó por deshacer el clima de consenso conseguido el martes tras la reunión de Griñán con el presidente del PP-A, Javier Arenas.

El dirigente popular manifestó que no hacía falta «ninguna aclaración» del presidente de la Junta porque lo que ha dicho, «lo ha dicho muy clarito», sino que lo que se espera es «una rectificación en toda la regla porque no se puede amenazar la autonomía de los consejos de administración de las cajas en base a las facultades legales que se tienen». El PP ya trazó el miércoles su principal línea roja: rompería el consenso si hay injerencia política en las cajas.

En este sentido, la integración de cajas en los SIP o «fusiones frías» exigen la autorización de la Consejería de Economía de la Junta, tal y como recoge la ley de Cajas de Ahorro de Andalucía, modificada en octubre de 2009.