Más de lo mismo

Un país no puede vivir de las prestaciones ni de las promesas incumplidas.No se acabará la crísis con el ahorro de los que no tienen un puesto de trabajo o gastando más de lo que se adeuda.Es una situación muy complicada.Si se gasta un 50 por ciento más de lo que tenemos nos empobrecemos más.¿Quién podrá sacarnos de donde nos han hundido? Si se gasta más de lo que se recibe habrá que prescindir de esos compromisos adquiridos sin aprobación popular. ¿Para qué están los economistas? La mitad de los menores de 25 años está en el paro.¿Con qué recursos se cuenta para salir de esta crisis que nos la han negado con un cinismo de buenas intenciones para no crear alarmas sociales pero sí nos aburren con tantos discursos y propaganda? ¿Somos tan ingénuos? Demasiadas mentiras que ya no se pueden ocultar. Lo preocupante es que no se toman precauciones, medidas ade cuadas y a cambio nos aseguran la decadencia para el futuro.Dicen con optimismo oficial que hasta dentro de seis años no se abrirá alguna puerta de esperanza.No hay que ser muy pesimista para no entusiasmarse con el panorama económico que se avecina.El gobierno está para no crear más problemas, solventar las culturas políticas y culturales, no tirar el dinero que debe administrarlo y no derrocharlo .¿Se puede gastar lo que no se tiene a fin de no caer en mayores crisis institucionales? La gravedad y osadía no resuelve los problemas.El déficit público es elevado como la desconfianza. Para una economía abierta hay que dejar los engranajes con más flexibilidad y la reforma es urgente.Estamos en una crisis profunda y la crisis institucional provoca la crisis económica.