Burgos

Mil euros por controlar los vuelos una noche

Exprimir la legalidad ha permitido a algunos controladores ganar hasta 40.000 euros mensuales

Hasta 17 horas diarias han trabajado algunos controladores cobrando la mayoría como horas extras. En la imagen, torre de control de la T-4
Hasta 17 horas diarias han trabajado algunos controladores cobrando la mayoría como horas extras. En la imagen, torre de control de la T-4larazon

MADRID- Hasta la aprobación del nuevo decreto por el que se modificaron las condiciones laborales de los controladores aéreos, las horas extraordinarias se pagaban a «precio de oro», llegando a cobrar hasta 1.000 euros brutos por un turno de noche contabilizado como horas extra. Esta circunstancia ha sido aprovechada por algunos controladores para elevar de manera astronómica sus nóminas, aunque fuese a costa de reducir los descansos. Para poder soportar este ritmo, en un puesto que requiere máxima concentración, algunos controladores aéreos podrían haber necesitado de otros estímulos, según declaró a LA RAZÓN un controlador del aeropuerto de Madrid, que prefirió no dar a conocer su identidad. Aguantar más horas en el puesto suponía aumentar exponencialmente la retribución por el número de horas extraordinarias trabajadas.

Antes del decreto, las horas extraordinarias eran de carácter voluntario. Con la nueva normativa, éstas han pasado a considerarse ordinarias al aumentarse el número de horas anuales. Por este motivo, prácticamente ya no se facturan horas extra, lo que, inexorablemente, se ha traducido, en una reducción muy significativa del sueldo que perciben los controladores.

Hasta 40.000 euros al mesLas dudas sobre cómo era posible permanecer en el puesto de trabajo se multiplican. Según las normas JAR que regulan el trabajo del personal aeronáutico fuera de España, los controladores están expuestos en cualquier momento a que leS sean realizados análisis de sangre, orina o pelo, a fin de detectar posibles sustancias en el organismo. «En España sólo te hacen un examen médico, y sabes de antemano cuando va a ser, por lo que estás prevenido», señala el controlador.

«Antes del decreto cobraba entre 30.000 y 40.000 euros netos al mes». Alrededor de 12.000 euros corresponden al sueldo base, mientras que el resto sería fruto de las horas extraordinarias. «Ahora cobro en torno a 7.000 euros mensuales, y cada mes que pasa me lo bajan más», señala. Al ser mayor de 57 años, con la nueva organización del trabajo, ha dejado de ser operativo y sólo realiza trabajo de oficina. «Estamos en una especie de limbo jurídico», apunta. Tiene palabras para arremeter contra el Ministerio de Fomento. A un alto cargo de este departamento atribuye una frase pronunciada junto a un comandante de una compañía aérea: «A éstos (los controladores) los vamos a dejar mileuristas».

La normativa permite trabajar dos turnos en un mismo día, siempre y cuando éstos no sean consecutivos. De esta forma, un controlador que haga turno de mañana, descanse en el de tarde y vuelva en el de noche, trabajaría un total 17 horas en un día, ya que lo turnos diurnos son de 7 horas y los nocturnos de 10.

Otro profesional del aeropuerto de Madrid-Barajas afirma que con el nuevo decreto ha pasado de cobrar 6.500 euros al mes a 4.800. «Ahora cobramos menos y trabajamos más», señala. «Antes, las horas extraordinarias eran voluntarias, ahora son obligatorias y se pagan como ordinarias», se queja. La nueva organización del trabajo reduce los descansos en los turnos, que han pasado de ser una hora por cada dos trabajadas a una hora por cada tres, en los turnos de día. En los de noche, antes suponían la mitad de las horas, ahora, sólo el 33%.

Contra las obras faraónicasAlgunos controladores alegan que están pagando los «platos rotos» de una situación de la que no son culpables. «El control aéreo genera el dinero suficiente para sostenerse a sí mismo y dar beneficios», dicen a los controladores. «El problema es que esos beneficios se han invertido en obras faraónicas, en la construcción de aeropuertos en lugares donde no existe casi demanda, como Burgos, Valladolid, Huesca, Logroño, Lleida o el que se está construyendo en Castellón, y se ha hecho por motivos políticos», afirma.