«Cada farmacia que cierre será un fracaso del sistema»

-El sistema gasta más de lo que ingresa. ¿Puede morir de éxito, como dijo?
-No podemos permitir que suceda. La crisis ha provocado una bajada de los ingresos públicos y un desequilibrio con los gastos existentes, obligando a reestructurar ambas partidas. Hay que buscar nuevos ingresos que permitan mantener la calidad del Estado de Bienestar y del Sistema Nacional de Salud. Hasta ahora los recortes se han dirigido al gasto en medicamentos dispensados en farmacias, olvidando las verdaderas bolsas de ineficiencia del sistema sanitario y del conjunto del gasto público.

-¿Cuántas farmacias calcula podrían cerrar sus puertas?
-Cada farmacia que cierre será un fracaso del sistema. Por ello se debe trabajar para evitar que ocurra. Si es así, van a tener a la profesión farmacéutica a su disposición, pues estamos convencidos de que la farmacia es parte de la solución y nunca del problema. Se trata de asegurar la continuidad de una red asistencial de farmacias que garantiza que el 99 por ciento de la población disponga de una botica donde reside, con un 64 por ciento de las mismas en poblaciones distintas a las capitales de provincia y asistiendo a dos millones de ciudadanos al día.

-Los datos del Ministerio muestran que el gasto en medicamentos es el 19 por ciento del gasto sanitario, pero no tiene en cuenta el gasto de medicamentos de dispensación hospitalaria...
-El Ministerio y las CC AA conocen perfectamente la información sobre los medicamentos prescritos con recetas y dispensados en las farmacias. Esto ha permitido avanzar en la eficiencia del gasto en medicamentos ambulatorios. No ha sucedido así en el ámbito hospitalario, donde no existe ese mismo control desde un punto de vista económico. Es una partida pendiente de revisar para hacer eficiente el sistema.

-¿Cuál es el futuro que nos espera? ¿Acabaremos con un modelo americano?
-La crisis ha puesto de manifiesto que los mercados no lo regulan todo y que la sanidad y el medicamento no pueden estar sometidos a reglas de libre comercio por el peligro que supondría para la Salud Pública. Hay que reforzar el SNS y el modelo de farmacia para seguir demostrando que son modelos dignos de ser copiados por otros países.

-¿Qué explicación se le da a los pacientes, que no entienden de política pero sí que recibirán los fármacos que necesitan?
-Como reconoció hace poco el Tribunal Europeo de Justicia, el farmacéutico independiente antepone su criterio profesional y asegura la disponibilidad del medicamento y la continuidad de la prestación farmacéutica. Ante los retrasos en los pagos que se están produciendo en algunas comunidades autónomas es necesario que nuestras administraciones entiendan y valoren el imprescindible papel de la farmacia y del farmacéutico en el conjunto del Sistema Nacional de Salud y aseguren el pago de los medicamentos que necesita la población.

-Los pacientes crónicos son grandes afectados, pues dependen de un tratamiento que tal vez no llegue...
-Para dar respuesta a sus necesidades, la profesión farmacéutica lleva años formándose y dotándose de herramientas informáticas que les faciliten su labor para ayudar a estos pacientes a cumplir con la adherencia al tratamiento. Además, la cobertura de la red de farmacias facilita la realización de estas labores, más aún si cabe cuando el profesional farmacéutico puede conocer los medicamentos que toma el paciente, necesiten o no receta.