La jugada maestra de Cézanne

Nueva York- Al departamento de arte Impresionista y Moderno de Christie's le salió redonda su estrategia de apostar por una pequeña subasta –sólo 32 lotes– en la temporada de primavera. La noche del lunes terminó con una venta total de 117,086 millones de dólares, en la que la obra de la velada fue una acuarela de Paul Cézanne de su serie «Jugadores de cartas» de 1892-96. Adjudicada por 13 millones de euros, se la llevó a casa un comprador que estaba sentado en primera fila, que pujó en nombre de un cliente. Christie's, sin embargo, no ha revelado la identidad del nuevo dueño de la delicada obra, que fue vista por última vez antes de la subasta en 1953. El estudio, que pone de relieve los detalles del proceso creativo del pintor impresionista, fue descubierto este año en la colección de Heinz F. Eichenwald, coleccionista y reconocido médico que ha vivido durante años en Dallas (Texas). Para los expertos consultados, se trata de un estupendo remate que se justifica porque se trata de una obra muy importante de la pintura moderna que ha influido en otros pintores posteriores y que, además, se hallaba en un perfecto estado de conservación. Coinciden también en destacar la oportunidad de la astronómica venta meses atrás por 190 millones de euros de «Los jugadores de cartas» (la única obra de la serie que permanecía en manos privadas), hecho que ha incrementado, más si cabe, el interés por la acuarela de Cézanne, artista con escasa obra en subasta.

La segunda pieza de la noche fue «Les Pivoines», de Henri Matisse. Pintada en 1907, se vendió a un comprador telefónico por la misma cantidad que el Cézanne. La medalla de bronce fue para Picasso con el retrato «Le Repos (Marie-Therese Walter)», la tercera pieza mejor vendida en la sesión, en la que se incluyeron seis trabajos del artista malagueño en respuesta a la creciente demanda en el mercado del pintor.

Sin identificar
La pieza, que fue vendida en noviembre de 2002 en la misma galería de Christie's de Nueva York por 3.089.500 dólares, fue a manos de un coleccionista estadounidense que pujó por teléfono. Cuando la noche terminó, se incluyeron cinco de las obras de Picasso entre las diez mejores de la velada: «Deux nus couchés» se vendió por 8.818.500, «Femme assise» por 5.234.500, «Mousquetaire et un assis» por 4.226.500 y «Femme dans l'atelier» por 4.114.500.

Asimismo, en esta prestigiosa lista de los diez mejores de la sesión, también se escribió el lunes el nombre de Claude Monet con «Les demoiselles de Givenchy» que se compró por 9.602.500 dólares, Henry Moore con la escultura «Reclining figure» por 5.010.000 dólares y el catalán Joan Miró con «Lárete rouge transperce les plumes bleues de lóisseau au pale bec» por 4.338.500. No obstante, la jornada de ayer tuvo un protagonistra excepcional, «El grito» de Munch que puso el foco y todas las ojos en la casa Sotheby's. Las estimaciones apuntaban a que la obra(única en manos privadas de una serie de cuatro) se podría vender por más de 80 millones de dólares, aunque al cierre de esta edición no se había celebrado la venta.

Yves Klein, ¿récord para el artista?
«El arte nunca se había vendido tan bien». Es la frase que pronunciaban ayer marchantes y expertos. La crisis no afecta al mercado del arte y las subastas de primavera de Christie's y Sotheby's pueden marcar un hito. El próximo día 8 saldrá al martillo «FC1» (1962), obra de Yves Klein (en la imagen) realizada el mismo año de su muerte y que forma parte de la serie de «pinturas peligrosas», denominadas así porque utilizaba elementos arriesgados para sus modelos como fuego o aerosoles. El precio de salida está entre 22,8 y 30,5 millones de dólares. Tiene dos ingredientes clave para hacerse carne de titular: es una pieza en la que se condensa el alfabeto artístico de Klein y la pintó poco antes de morir.