El Salvador

«Pensé que nos mataba»

Tomás Ángel Carmona nunca olvidará lo ocurrido el pasado sábado. Lo que parecía un día más de trabajo en su bar recién inaugurado de Vallecas, se convirtió en una auténtica pesadilla, tanto para él como para su empleado Elías.

Las horas de angustia que se vivieron el sábado en el interior del bar de Vallecas serán difíciles de borrar de la mente de sus protagonistas.
Las horas de angustia que se vivieron el sábado en el interior del bar de Vallecas serán difíciles de borrar de la mente de sus protagonistas.larazon

Ambos se encontraban el pasado día 16 en el local cuando un individuo, en plena tarde, entró y les secuestró. Aunque en un principio pensó que era un atraco, el hombre, que iba armado con una pistola, le aseguró que no quería dinero. Como declaró después a la policía, J. C., de 50 años, con depresión y en paro, tan sólo pretendía llamar la atención. Y desde luego que lo consiguió. Tomás ha relatado que el individuo encañonó a Elías con una pistola de fogueo y le llegó a tener cuatro horas con un cuchillo en la garganta. José Ángel, dueño del bar «Mesón La Colonia», situado enfrente del bar Tomás, corrobora esta versión ya que afirma haber escuchado un tiro en el transcurso del secuestro. Éste fue sólo uno de los motivos por los que Tomás llegó a temer por su vida y la de Elías. «Hubo un momento en el que el hombre se puso muy nervioso y pensé que nos mataba». Desde que el sábado fuera liberado por la Policía , Tomás ha permanecido en su casa descansando. Ha sido su mujer, Paqui, la que se ha encargado de relatar cómo se encuentra. Ella llegó a ver al secuestrador cuando estaba en el bar como cliente antes de comenzar el secuestro y cuenta, en declaraciones a Ep, que el secuestrador estuvo atento al trato que se le otorgaba a Elías, natural de El Salvador. Paqui ha manifestado que el trato fue lo que indignó al secuestrador y lo que le motivó a llevar a cabo el secuestro. «Es una persona racista (todas las amenazas se centraron en Elías), un desequilibrado y un renegado de la vida», afirma la mujer de Tomás. Ayer, los vecinos de la zona afirmaban no conocer a este individuo. «Llevo viviendo 40 años en el barrio y nunca ha pasado nada», afirma Paco, un vecino. Hoy Tomás abrirá su bar en un intento por volver a la normalidad mientras el secuestrador pasará a disposición judicial.