Israel responde con más colonias y menos fondos

JERUSALÉN- El Gobierno israelí dio luz verde ayer a una serie de medidas de castigo después de que el día anterior la mayoría de países miembros de la Unesco, incluido España, aprobaran el ingreso de Palestina, con estatus de Estado, en este organismo de la ONU que se dedica a la protección de la Educación, la Ciencia y la Cultura.

El Gabinete de Benjamin Netanyahu tomó la decisión de impulsar la construcción de viviendas en asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este. El primer ministro israelí ordenó que se acelere la construcción de 2.000 viviendas nuevas ya planeadas en Jerusalén Este y las colonias de Gush Etzion y Maale Adumim. «Las áreas mencionadas quedarán bajo control israelí en un futuro acuerdo de paz», afirmó anoche la oficina de Netanyahu en un comunicado.

Freno a las transferencias
El Gobierno decidió también suspender la transferencia a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) del dinero recogido en concepto de impuestos en el mes de octubre. Estos fondos, unos 300 millones de shekels, debían ser transferidos a las autoridades palestinas en los próximos días para poder pagar los salarios de los policías y otros funcionarios.
Sin embargo, el ministro de Finanzas israelí, Yuval Steinitz, estuvo presionando durante la reunión de urgencia que Netan-yahu celebró con ocho de sus ministros ayer, para que el traspaso del dinero por impuestos se suspendiera de forma indefinida. Pero el titular de Defensa, Ehud Barak, que se oponía a la medida por miedo a que se desmoronara la cooperación con los palestinos en materia de seguridad, pudo más que Steinitz e impuso su criterio al resto del Gabinete.

Netanyahu y sus ministros se inclinaron por no permitir misiones de la Unesco en Israel a partir de ahora, y anunciaron que examinarán la posibilidad de revocar el estatus especial que tienen algunos líderes palestinos y que les permite moverse por sus territorios sin restricciones.

Antes de adoptar las decisiones de ayer, Israel ya había avisado de que adoptaría medidas ante la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho en la Unesco, ya que lo considera una ruptura de las negociaciones bilaterales para la paz por parte de Palestina.
Su ingreso como Estado en el organismo cultural provocó también el rechazo de Estados Unidos. Washington anunció el lunes que suspendía su aportación económica a la Unesco, que representa el 22% del presupuesto del organismo. Y en este sentido, el ministro de Finanzas de Israel, Yuval Steinitz, indicó ayer la posibilidad de que Israel también opte por eliminar su contribución monetaria a la Unesco.

Por su parte, las autoridades palestinas insistían ayer en que se mantenían dispuestas a solicitar la adhesión «del Estado palestino» a «los organismos internacionales de la ONU con sede en Ginebra», según declaró a la agencia France Presse el embajador adjunto de la misión palestina en Naciones Unidas en esta ciudad suiza, Imad Zuhairi, que no especificó a qué organismos pretenden unirse. Zuhari solamente señaló que se trata de «16 de los 20» que tiene la ONU en Ginebra. Entre las organizaciones escogidas, según diversas fuentes palestinas vinculadas a la ANP, se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) –aunque los palestinos no tienen energía nuclear–, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de la Propiedad Intelectual.

Según las mismas fuentes, el ministro de Sanidad de la ANP, Fathi Abu Moghli, se reunió la semana pasada con el jefe de la OMS en Cisjordania para comentar la cuestión de la posible adhesión palestina a este organismo.

2.000 viviendas
Netanyahu aprobó ayer acelerar la construcción de nuevas casas en los asentamientos judíos de Maale Adumim y Gush Etzion, en Jerusalén Este. «Se trata de unas dos mil viviendas en zonas que en cualquier acuerdo futuro de paz quedarán en manos de Israel».

La OMS, el próximo objetivo
El reconocimiento como miembro de pleno derecho en la Unesco parece no ser bastante para la Autoridad Nacional Palestina. Además de estar a la espera de la decisión de la ONU, ya ha solicitado el ingreso en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en otros 15 organismos dependientes de Naciones Unidas. Todo un órdago que lanza a la comunidad internacional y que ha impulsado la decisión adoptada por la Unesco en París.