Rajoy valora el «paso importante» de ETA pero espera su disolución

MADRID- La voz de Mariano Rajoy sonó ayer con un timbre bastante parecido a la del presidente del Gobierno (con quien había hablado) al valorar el comunicado de ETA sobre el cese definitivo de su actividad armada como la «derrota de ETA por la fortaleza del Estado de Derecho y la fe en la democracia de todos los españoles». Cauto, cuidando de no decir nada que pudiese servir de excusa para que le acusen de casandra o de remar contra la paz: fue un primer paso «presidencialista», en el que primó la bendición de que ETA diga que echa la persiana sobre otras consideraciones que llegarán en los días próximos y, sobre todo, después del 20-N.

Por supuesto que Rajoy y su equipo tienen en cuenta, según explican fuentes de su entorno, la distorsión que genera que este anuncio llegue en campaña; tienen en cuenta también que cualquier «movimiento equivocado y precipitado» sólo servirá para hacerle la campaña a la «izquierda abertzale» y fortalecer su marca en el Congreso; y tienen en cuenta que al PSOE no se le ha pasado por alto que su mejor resultado electoral en el País Vasco y en Cataluña le llegó en las generales de 2008 que se celebraron bajo el síndrome de la Declaración de Loyola. Por tanto, a partir de ahora «se impone la prudencia y habrá que leer en clave y a veces hasta entre líneas», según precisan las fuentes consultadas. «La única manera de poder derrotar a ETA definitivamente es que gane el PP las elecciones, porque así no se le dará nada. El PSOE busca el escenario de 2008», explicaron a este diario en el entorno más próximo a Rajoy. ¿Pero aceptará Rajoy que su Gobierno se siente a dialogar con los terroristas? De momento, precisan que ya han pedido la entrega las armas y que en los próximos días dirán fuera «a toda condición política». ¿Y Bildu y Amaiur? «Son los medios para conseguir las concesiones políticas, no el fin. Y si ganamos no habrá ni media», añaden. El candidato popular se felicitó anoche de la «buena noticia» de que «hayamos conseguido que la banda haya renunciado por fin a imponer su proyecto político a través de la muerte, el miedo, la violencia y la exclusión», e incluso llegó a obviar la presencia de Bildu en las instituciones y destacó que este anuncio se ha producido «sin ningún tipo de concesión política». El PP ha pedido al Gobierno que impugne las listas de Amaiur al Congreso, pero anoche Rajoy consideró que no era el momento para insistir por esa vía ante el «paso importante» dado por los terroristas. Eso sí, subrayó que la «tranquilidad de los españoles sólo será completa cuando se produzca la disolución irreversible de ETA y su completo desmantelamiento», es decir, con la entrega de las armas. En el frontispicio de su posicionamiento colocó a las víctimas, a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a los jueces y fiscales.