Lotus

Massa el reflejo del F150

El pobre rendimiento del brasileño es el «termómetro» que mide el verdadero potencial del Ferrari de 2011

Felipe Massa no ha subido al podio ni una vez en toda la temporada; Alonso lo ha hecho ocho veces, una de ellas en lo más alto
Felipe Massa no ha subido al podio ni una vez en toda la temporada; Alonso lo ha hecho ocho veces, una de ellas en lo más altolarazon

En el departamento técnico de Ferrari en Maranello nadie sabe dónde meterse, visto lo visto con los dos coches que han dado a Alonso en sus dos primeros años vestido de rojo. En 2010, el español aterrizó en la «Scuderia» y, con un monoplaza que ni de lejos era el mejor, fue capaz de apurar sus opciones al título hasta el último segundo. Como se dice en el «paddock» de la F-1, el asturiano no necesita el mejor coche para ganar, pero con semejante fracaso como es el F150 Italia de este año, poco ha podido hacer. Y a nadie se le escapa que en 2011 Alonso ha conducido muy por encima de las posibilidades del Ferrari e incluso se ha mostrado más consistente arriesgando (para nada) con un chasis que no daba para más (nada que ver con su primera temporada en la escudería italiana, en la que cometió numerosos errores de conducción). Y es que, para analizar el verdadero potencial del coche de Alonso, sólo hay que mirar el papel de su compañero de equipo, Felipe Massa.
El español suma 202 puntos frente a los escasos 90 del brasileño. Una desventaja escandalosa para Massa, que en 2011 no ha subido una sola vez al podio frente a las ocho ocasiones en las que lo ha pisado Alonso, una de ellas desde lo más alto (Silverstone). Sin tener en cuenta la diferencia de puntos entre los pilotos de Red Bull (Vettel y Webber), donde han llevado al extremo la teoría del primer y segundo piloto, la distancia entre Alonso y Massa es muy elevada (112 puntos) frente a, por ejemplo, Button y Hamilton, que sólo se distancian 32 a favor del primero. Sin un coche realmente rápido, Massa se hunde.
Desde que los anglosajones abandonaran Ferrari en 2006, la escudería no atraviesa un buen momento. Cuando han tenido un buen coche no han tenido «piloto» y ahora ocurre lo contrario. Los viejos del lugar en la F-1 alertan de la propensión de la escudería a vivir largas etapas sin éxitos y la dificultad para adaptarse a nuevas circunstancias. La historia de estos años se repitió en el pasado: por Maranello pasaron los mejores pilotos y los mejores ingenieros, pero nunca se encontraron. Prost, Mansell e incluso Schumacher sufrieron una larga travesía del desierto. Sólo el alemán saboreó el éxito cuatro años después de fichar por Ferrari. ¿Demasiado tiempo para Alonso?