Presos

«Los terroristas no son representantes políticos»

«Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político».

El obispo Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal
El obispo Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopallarazon

Madrid- La frase, que aparece en la nota que ayer presentaron los obispos sobre las próximas elecciones generales, no es nueva, sino de 2006, del documento «Orientaciones morales» de la Plenaria episcopal, pero para la Iglesia mantiene toda su vigencia. La comisión permanente de los obispos ha estado reunida esta semana, pero su portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, explicó a los periodistas que «supimos del comunicado de ETA en la última media hora y muchos ya se habían ido. No había ni tiempo ni quórum. No estábamos los miembros suficientes y se dijo que no afectaba a nuestra nota, que ya estaba escrita». Martínez Camino desgranó más frases del 2006 aún válidas hoy: «Los obispos estamos con las víctimas», «deseamos ardientemente el fin de toda actividad terrorista», «exhortamos de nuevo a rogar a Dios por el fin del terrorismo y la conversión de los terroristas». Y añadió por su parte: «Ojalá la declaración sobre el cese de actividad armada sea un paso significativo en la desaparición de la violencia, pero los terroristas no pueden ser reconocidos como representantes políticos de nadie... Otra cosa es si dejan el terrorismo, se reintegran en la sociedad o cumplen sus penas». En cualquier caso, los obispos no entraron a valorar políticamente la declaración de ETA. «Hacer una ponderación política [del comunicado de ETA] no es competencia de la Conferencia Episcopal. Ya sucedió en otra ocasión que ETA hizo una declaración estando la Conferencia Episcopal en rueda de prensa, ¡ya es coincidencia! Pero nunca un órgano de la Conferencia Episcopal ha valorado moral o políticamente un texto de ETA, y no lo va a hacer tampoco ahora».

Respecto a las elecciones del 20 de noviembre, los obispos animan, «sin entrar en opciones de partido y sin pretender imponer a nadie un programa político», a que «cada uno» sopese, «en conciencia, a quién debe votar para obtener, en conjunto, el mayor bien posible en este momento». Pero, ¿por qué hablar de «en este momento»?, ¿no evita pensar en los efectos del voto a largo plazo? «La reflexión incluye una perspectiva de futuro», respondió el portavoz de los obispos, «pero lo político es el arte de conseguir lo mejor posible cuando tengo que hacerlo. El juicio que se plantea es sobre a quién votar ahora». En este sentido, los obispos piden «promover nuevas leyes que reconozcan y tutelen mejor el derecho de todos a la vida, así como el derecho de los españoles a ser tratados por la ley específicamente como "esposo"y "esposa", en un matrimonio estable, que no quede a disposición de la voluntad de las partes ni, menos aún, de una sola de las partes». El documento también recuerda a las familias sin recursos y a los «jóvenes que nunca han podido trabajar o han perdido el trabajo». También pide mejorar la situación legal de la clase de religión y defender los derechos de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos.


Para votar
- «Se reconoce la legitimidad moral de los nacionalismos o regionalismos que por métodos pacíficios desean una nueva configuración de la unidad del estado español»
- «La grave crisis económica reclama políticas responsables y promotoras de la dignidad de las personas, que propicien el trabajo para todos, [...] que corrijan errores y desvíos cometidos en la hacienda pública»