Fútbol
Dos pecadores
Guardiola cometió acto de soberbia al alinear ante la Real Sociedad una especie de equipo B. Dejó en el banquillo a Messi, Iniesta, Mascherano y Villa. Luego, los jugadores cometieron el error de considerar que tenían el partido ganado y empataron. El Real Madrid erró al pensar que con un gol antes del primer cuarto de hora ya tenía la victoria en sus manos, no se esforzó y ello le costó la igualada. Permitió que el Getafe le tratara de igual a igual, lo que no deja de ser riesgo innecesario, y estuvo a punto de darle el disgusto. Lo arregló el árbitro aragonés Clos Gómez, quien pitó un penalti al estilo Guruceta, o sea, falta fuera del área. Cristiano Ronaldo acertó y batió a Moyá.
A partir de ese momento el duro fajador pegó en el mentón y dobló al adversario. Fue una pena que el Real Madrid necesitara el regalo arbitral porque para vencer no habría necesitado tal ventaja. Es equipo con suficiente peso específico para dominar a un adversario, que puso gran empeño y el mérito de volver a marcar y dar vida al encuentro.
El Barcelona dio ventaja al Real Madrid en la clasificación. El Barça anunció que no es invencible. Por su parte, el Real Madrid apuntó que tampoco puede relajarse. Esta temporada, el resto de los equipos fundamentarán su éxito en derrotar a los dos grandes.
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