Miami

Un reto mayúsculo

Rafa Nadal, sudoroso y feliz después de superar a Andy Murray en una dura semifinal (6-4, 6-2, 3-6, 6-2), explicaba en voz alta al público de Nueva York uno de los motivos por los que Novak Djokovic, su rival hoy en la final del Abierto de Estados Unidos (22:00, Canal+Deportes) se ha convertido en su pesadilla particular durante 2011.

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«Mentalmente no estoy satisfecho de cómo he afrontado mis partidos con él», dijo. «Mis partidos con él» son cinco, cinco finales, cinco derrotas, cada cual más dolorosa y en todas las superficies: dos en el cemento de Indian Wells y Miami; otras dos en la tierra de Madrid y Roma; y, por último, una en la hierba de Wimbledon, donde además el serbio se convirtió en nuevo número uno del mundo.

«Curva descendente»
Cada duelo se fue clavando en la mente del español, e influyó en el siguiente. «Ha sido una curva descendente. En Indian Wells la sensación que tuve es que Rafa era superior. Tras un buen primer set se fue del partido y bajó su nivel. En Miami, también. En Madrid y Roma fue claramente mejor Djokovic y en Wimbledon Rafa plantó muy poca cara. Espero que ahí tocáramos fondo», aseguró ayer Toni Nadal tras el entrenamiento de su pupilo y sobrino. La transformación de Rafa comienza en su cabeza. «Tengo mi tenis y con él le he ganado otras veces», reconoce Rafa. «El trabajo mental consiste en hacerte creer a ti mismo que eres capaz de lograr la victoria», añade Toni.
No es nada nuevo para un tenista acostumbrado a superar retos. Primero, no quiso ser encasillado como un jugador sólo de tierra y mejoró hasta ganar en todas las superficies. Vencer a Federer en Wimbledon fue un nuevo desafío que consiguió a la tercera. Poco después llegó a ser el número uno del mundo. Ganar los cuatro «Grand Slams» ha sido una de las últimas proezas del manacorense, lograda el año pasado al vencer al mismo rival de hoy y en el mismo escenario. Pero mucho han cambiado las cosas desde entonces. Djokovic comenzó 2011 más delgado, más sólido y con otra mentalidad, lo que unido al tenis que ya tenía le ha llevado a firmar una temporada casi perfecta: lleva nueve títulos, 63 victorias y sólo dos derrotas. Contra todo eso y contra su cabeza se enfrenta hoy Rafa Nadal.