Grecia

La desconfianza en España vuelve a los máximos de principios de año

La «primavera negra» que pronosticaron los analistas para los países periféricos de la UE se ha instalado definitivamente en los mercados. Un año después del rescate de Grecia, los inversores califican ya de fracaso los «parches» millonarios del Ejecutivo comunitario y el Fondo Monteario Internacional (FMI) sobre el país heleno, Irlanda y Portugal.

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Las inyecciones de capital no han logrado reducir la deuda ni el déficit de las economías más afectadas por la crisis, y apenas han conseguido sofocar el ánimo de los inversores y el castigo de las agencias de rating. Además, el público se ha echado a la calle y el movimiento del 15-M, convertido ya en una revolución europea, ahonda en la desconfianza sobre España, el cuarto país en la lista de un hipotético rescate comunitario.

El acoso del mercado disparó ayer la prima de riesgo de invertir en España hasta niveles de principios de año. El diferencial de la rentabilidad de la deuda española –5,48%– frente a la alemana, ambas a diez años en el mercado secundario, superó los 240 puntos básicos (un 2,4%). Hacía cuatro meses que la visión de los inversores sobre la economía del país no alcanzaba cotas tan negativas.

Grecia, «bono basura»
Para colmo, la agencia de calificación crediticia Fitch, la más pequeña de las tres que dominan el negocio del rating, redujo en tres escalones la solvencia de Grecia, desde «BB+» hasta «B+», lo que sitúa la deuda helena a largo plazo al nivel de «bono basura» y con perspectiva negativa. Esto último deja la puerta abierta a más recortes de nota, y la compañía advierte de que el país no será capaz de alcanzar los objetivos de déficit para este año.

Para Fitch, la posibilidad de que el país tenga que reestructurar su deuda es el fiel reflejo de los grandes problemas que atraviesa su economía y advierte de las negativas consecuencias que tendría en los mercados. Grecia necesita más dinero, y con la puerta de la financiación externa cada vez más cerrada por su elevado coste, las opciones para el país son escasas. Rescate, refinanciación o ambas cosas a la vez.

Como consecuencia de la rebaja de rating, el interés de la deuda helena a diez años se disparó hasta el 16,57%, lo que dejó la prima de riesgo del país en 1.351 puntos básicos (un 13,51%). Los problemas helenos se trasladaron al resto de periféricos y la rentabilidad del bono portugués escaló hasta el 9,39%, lo que dejó el diferencial frente al «bund» alemán en los 632 puntos (un 6,32%).

Irlanda necesita más dinero
Para redondear una jornada negra en el viejo continente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló ayer la necesidad de que Irlanda cuente con un programa de apoyo por parte de la UE «más amplio» para hacer frente a los riesgos a los que se enfrenta su programa de reformas, y calificó de «difícil» que el país recupere su acceso a los mercados.

En resumidas cuentas, lo que dice el organismo hasta ahora presidido por Dominique Strauss-Kahn es que el Ejecutivo comunitario tendrá que inyectar más capital en el país ante la previsión de que los inversores no querrán prestarle más dinero comprando sus bonos. Por todo lo anterior, el mercado descarta el final de una crisis de deuda a la que todavía le queda cuerda para rato.

El Ibex pierde el 1,2% en la semana de Strauss-Kahn
El caso Strauss-Kahn y las dudas acerca de la resolución de la crisis griega han terminado por pasar factura al Ibex. La caída del ayer, un 1,45%, fue suficiente para que toda la semana se tintara de rojo. Al final, en las cinco jornadas, el principal indicador de la bolsa española ha cedido un 1,2% y comenzará la semana desde los 10.229 puntos. Algunos analistas creen que la situación de Dominique Strauss-Kahn acentúa la presión sobre los países periféricos. Un total de 31 de los 35 valores que conforman el Ibex han cerrado la semana con pérdidas, encabezados por Bankinter (-9,18%).