Red Bull también falla

Abu Dabi nunca fue un lugar soñado para Fernando Alonso después de perder el título de 2010 de forma increíble por una sucesión de errores del equipo Ferrari. Dos años después, el Emirato Árabe por fin le ofrece un buen recuerdo. Ayer las cosas cambiaron de forma dramática para Vettel y de manera positiva para el asturiano. Un fallo por parte de Red Bull a la hora de calcular el combustible necesario para afrontar la clasificación dio con el alemán al final de la parrilla de salida merced a la sanción impuesta por la FIA. La sesión había terminado con Hamilton en la «pole» por delante de Webber, el propio Vettel y con Alonso en la séptima plaza. Un resultado que no auguraba nada bueno. Sin embargo, minutos después de ver la bandera a cuadros, el RB8 del alemán quedaba varado en la pista. Uno de los ingenieros de Vettel le ordenó parar el coche y desde ahí se desataron todo tipo de comentarios. El reglamento obliga a los pilotos a llegar a boxes con el coche en perfectas condiciones y, sobre todo, con un litro de combustible en el depósito para realizar un posible análisis por si hubiera irregularidades en la gasolina empleada para conseguir una vuelta rápida. Pero en la F-1 todo va al límite y esta vez los ingenieros de Red Bull se equivocaron con la cantidad o quisieron ganar algo de peso para arañar alguna décima, aunque esto parezca de otro planeta. El caso es que Vettel no pudo continuar y desde ahí empezó la investigación de la Federación. Los técnicos del equipo intentaron argumentar que se trataba de un problema del motor o de la bomba de gasolina. La cantidad extraída del depósito era de 850 mililitros y de esta manera incumplía el reglamento. Las explicaciones no sirvieron y Vettel fue sancionado con salir desde el último lugar de la parrilla. Y fueron ciertamente benignos porque el texto legal señala que debería arrancar desde el «pit lane». Los comisarios han tenido en cuenta el particular diseño de la salida de boxes en Abu Dabi, con túnel incluido, y permitirán al alemán partir desde el final de la parrilla.

Con estas premisas, la estrategia de carrera cambia completamente para ambos contendientes al título. Alonso deberá salir al ataque, pero no tanto como antes de la sanción, mientras que Vettel tendrá que hacer un Gran Premio a la desesperada en un circuito en el que no es fácil adelantar. Además, la particular configuración de su coche, con una séptima velocidad «corta» que ya no se puede modificar, complica su remontada más todavía. Lo hacen así por las particulares características del RB8 y siempre teniendo en cuenta que saldrían en «pole» para «tirar» desde el primer momento con pista libre.

Ahora, Alonso tiene una gran oportunidad de reducir la distancia, 13 puntos, y cumplir el objetivo que se había marcado hace unas semanas: llegar a Brasil, última prueba, con posibilidades de ganar y jugar al máximo con la presión sobre Vettel. El campeonato abre un nuevo capítulo y Alonso maneja la batuta.