Cargando...

Artistas

El último adiós para Rocío

Ayer incineraron a la fallecida mientras su bebé sigue grave. La otra herida mejora y espera su traslado a planta

El cadáver de Rocío Piñeiro fue incinerado ayer en el crematorio de La Almudena, en una ceremonia íntima entre familiares y amigos larazon

MADRID- Mientras su hijo lucha por seguir con vida en la Unidad de Neonatología del hospital La Paz, el cadáver de Rocío Piñeiro Oitavén, de 36 años, fue incinerado ayer en el crematorio del cementerio de La Almudena en la más estricta intimidad por deseo expreso de sus allegados. Se desconoce si los familiares tienen intención de trasladar las cenizas a la localidad pontevedresa de Fornelos de Montes, donde nació Rocío y donde residen sus padres.
El cuerpo sin vida de la mujer fue velado durante toda la tarde del viernes en el Tanatorio de la M-30, hasta donde fue trasladado tras practicarle la autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Ciudad Universitaria. La bala en la cabeza que le disparó Iván Berral, un desequilibrado de 34 años, hizo que cayera desplomada al suelo de la Iglesia Santa María del Pinar de Ciudad Lineal y le provocó la muerte en pocos minutos. Allí mismo, pocos minutos después de las ocho de la tarde, nació su primer hijo, al que querían llamar Álvaro.
Le practicó una cesárea in extremis una médico del Samur y, aunque el niño nació en parada cardiorrespiratoria, los sanitarios del Summa lograron reanimarle y estabilizarle. Fue trasladado a la Unidad de Neonatología del hospital La Paz en una incubadora a baja temperatura –la hipotermia reduce las posibilidades de que el bebé sufra lesiones cerebrales– y allí sigue ingresado el pequeño. Los detalles que han trascendido del delicado estado de salud del recién nacido no son muy alentadores y, según ha podido saber este periódico, aún sigue muy grave.
Quien sí está mucho mejor es María Luisa Fernández, la otra mujer tiroteada en la iglesia de Ciudad Lineal. La mujer, de 52 años, evoluciona favorablemente en la Unidad de Reanimación Cardiotorácica del Hospital General de La Paz y a primera hora de la tarde de ayer estaba esperando su traslado a planta. El pasado jueves ingresó grave con cuatro heridas no penetrantes por arma de fuego y contusión pulmonar derecha. Sin embargo, está logrando sobreponerse.