Cuba
Cerco al fraude electoral de la SGAE
El sumario del «Caso Saga» deja claro que no sólo que hubo «pucherazo» en las elecciones, como ya adelantó LA RAZÓN el 3 de julio tras cotejar las investigaciones de la Guardia Civil, sino que los implicados en la trama, como Neri y Teddy Bautista, estaban nerviosos por las informaciones que este periódico publicaba.
El pasado 30 de junio, sólo un día antes de que el juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional abriera la caja de los truenos en la SGAE con detenciones y registros, la entidad de gestión de derechos de autor había celebrado elecciones para su junta Directiva, que esta tarde precisamente celebrará una nueva reunión. Los comicios estuvieron marcados por las denuncias de José Miguel Fernández Sastrón, el líder de la candidatura De Otra Manera (DOM), que estaba convencido de que la candidatura oficialista CPAC estaba jugando sucio.
LA RAZÓN siguió todo el proceso, desde antes incluso de arrancar la campaña electoral, con diversas informaciones. A la vista del sumario del caso, está claro que había motivos de sobra para investigar el posible «pucherazo», que el juego fue cualquier cosa menos limpio y también que a Bautista y sus allegados les escocía cada palabra que se publicaba.
Clima de tensión
No se trata de un fleco sin importancia dentro del «Caso Saga» (el nombre de la operación, comenzada a instancias de una denuncia presentada precisamente por Fernández Sastrón ante la Fiscalía contra la Corrupción y el Crimen Organizado). Conviene no olvidar que a Bautista se le imputa, precisamente por estos hechos, un presunto delito societario. De las conversaciones telefónicas grabadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, se obtiene el clima de tensión ante las noticias de la Prensa. El 4 de mayo aparecía en LA RAZÓN un artículo cuyo titular no dejaba lugar a dudas: «Bautista boicotea la lista alternativa de la SGAE». En él se contaba que el presidente ejecutivo llamaba a los socios para pedirles el voto y ya se le acusaba de esconder el censo electoral, que la candidatura DOM necesitaba para recabar los avales requeridos para poder inscribir a los miembros de su lista como candidatos por los diferentes «colegios» (músicos, dramaturgos, etc).
Ese mismo día, Rodríguez Neri, el principal imputado en la trama de empresas fraudulentas y uno de los cuatro miembros de la supuestamente neutral Comisión Electoral, realiza varias llamadas. Una de ellas es al director de Servicios Jurídicos de la entidad, Pablo Hernández, al que explica el «disgusto gordo» de Teddy Bautista porque Sastrón había presentado un requerimiento contra él.
Durante la declaración ante el juez, Bautista responde no tener constancia de que una candidatura tuviera el censo electoral antes que la otra. Pero defiende la labor de la comisión electoral: «Yo creo que el secretario general ha estado muy riguroso en este proceso de igualdad», afirma Bautista. Y lo achaca todo a Sastrón, por presentar fuera de plazo una candidatura. Sin embargo, de las grabaciones se desprende que Sastrón tenía motivos de sobra para hablar de trampas y zancadillas. Al margen de que Neri se reuniera y hablara en varias ocasiones con Caco Senante y otros miembros de la candidatura CPAC (no debería hacerlo siendo miembro de la Comisión Electoral), y de que lo hizo a escondidas y con subterfugios.
Queda patente el 30 de abril, en una conversación entre Bautista y Neri. El primero dice que «cree Juanjo tendría que hablar con él y explicarle... Que resulta que la lista está con los fallecidos, no concuerdan, que está teniendo un montón de problemas con la documentación que se le ha dado». Juanjo es Juan José Castillo, jefe de la oficina electoral de CPAC. Neri le dice a Teddy que Castillo vaya a verse en la sede de SDAE, la filial digital de SGAE y el «coladero» por donde Neri presuntamente desvió decenas de millones de euros de SGAE a sus empresas. «Que venga con Bernardo. Que vengan como si viniesen a la Central Digital, ¿vale? A ver algo de Bernardo». Éste último es un empleado de SDAE y, aparentemente, Neri invita a Castillo a ir a verse como si fuesen a tratar asuntos relativos a SDAE, en vez de temas electorales. También se entiende que ya manejaban las listas de censo –en las que hay autores fallecidos–, las mismas que DOM aún no tenía. Sobre esta cita «clandestina», Bautista saca ante el juez una explicación inverosímil: «No, pero es que ¿sabe qué pasa? Yo creo que el día antes Neri había recibido la otra candidatura. No puedo darle un, ¿cómo diría, yo? No puedo darle otra interpretación», declara.
El 19 de mayo Bautista le pregunta a Neri por esa reunión con Castillo. Éste le cuenta que ha tenido lugar y que había presente una tercera persona, Agustín Pérez (otro empleado de SGAE). Teddy le pregunta «si cree que es prudente», y tras un breve diálogo, en el que Neri le explica que Agustín es de máxima confianza, «o sea, la que tú puedas tener en mí», Neri añade que «no tiene que preocuparnos por esto, nos tendría que preocupar por todo lo que tiene en su cabeza desde hace ya mucho tiempo».
Cruce de correos
Un tema clave es la consecución de avales. Queda claro en varias conversaciones que a Neri y la Comisión Electoral no le preocupa tanto dar listas de socios con nombre y dirección postal como facilitar e-mails. La clave parece estar en lo que una candidatura puede hacer con las facilidades que ofrece el correo electrónico. El 20 de mayo ya tratan Neri y Juan Terrada este asunto, debatiendo cómo y qué dar a otros candidatos independientes (Luis Cobo «Manglis» y Toldos). El 23 de mayo, Neri habla con Juan Serrada, jefe de secretaría de SGAE, sobre el censo y éste le dice: «Está todavía encima de la mesa aquello que hablamos de darles a los que están administrando las candidaturas, darle un censo, que sólo puedan ver el censo».
Pero el modo de hacerlo dará mucho que hablar y más de una maniobra, como negarles el acta de una asamblea a la oposición (conversación grabada del 8 de junio) o buscar cómo dañar la imagen de Sastrón, lo cual tratan Neri y Caco Senante el 21 de junio por teléfono.
De la falta de neutralidad de la comisión electoral, formada por Neri, Serrada, Pablo Hernández y el secretario general de SGAE, Paco Galindo, queda testimonio en varios sms enviados por Neri para apremiarles a reunirse: «De pánico nada. Se trata de velocidad, agilidad y profundidad, me parece que nos faltan las tres cualidades y por eso vamos hocicados detrás de estos tipos». La identificación con la candidatura CPAC es total. Por si quedan dudas, Neri induce al voto de forma explícita el 15 de junio al socio Eduardo Rodway, al que dice por teléfono sobre la forma de votar: «Tienes que meter la papeleta de la candidatura CPAC, que es la oficial».
«Ha salido lo de La Razón y esta quemado»4/5/2011 Según informaciones que manejaba «LA RAZÓN, el presidente ejecutivo de la Sgae llamaba a los socios para pedirles el voto; ya se le acusaba de esconder el censo electoral, necesario para la candidatura de DOM, liderada por Sastrón. «Teddy está quemado», se lee en el sumario, tras publicar este reportaje.26/6/2011«Todas las trampas de Teddy». Las elecciones están bajo sospecha. En el sumario se alude a esta información cuando Juan José Castillo le comenta a Neri que «Sastrón ha estado escribiendo también este fin de semana en LA RAZÓN».3/7/2011 Celebradas ya las elecciones la investigación halla indicios de que parte del dinero desviado por la trama pudo haber financiado a Bautista en el proceso electoral.Desde hace años, LA RAZÓN ha venido denunciando diversos abusos de la Sociedad General de Autores. Con el arranque de la campaña electoral en 2011, estas páginas se hicieron eco de las denuncias de la candidatura de oposición sobre el juego sucio de la vieja guardia. El pasado lunes 27 de junio, a tres días de las elecciones, José Luis Rodríguez Neri parece molesto e inquieto: le cuenta a Juanjo Castillo que «Sastrón ha estado escribiendo también el fin de semana en LA RAZÓN». Se refiere a la información aparecida el día anterior en el que este diario daba ya cuenta de los numerosos trucos electorales bajo el titular «Todas las trampas de Teddy». Se anunciaba la celebración de las elecciones. «Sastrón ha estado escribiendo este fin de semana en LA RAZÓN», declara Juan José Castillo a Neri (27 de junio). Tras la cita electoral, este diario asegura que la investigación de la Guardia Civil ha encontrado indicios que apuntan a que la trama corrupta pudo haber ayudado económicamente a Bautista, es decir, que parte del dinero presuntamente desviado habría servido para financiar la campaña de la candidatura oficial.Buscando «Traidores»Al más puro estilo caciquil, el 2 de junio Neri le dice a un empleado sobre el envío a los socios de un mensaje: «En vez de hacerlo por el sistema nuestro, lo hacemos por el sistema que envía Nebreda y así sabremos qué socios lo han abierto». La identificación de los «traidores» es recurrente: a Teddy y Neri les preocupa saber qué autores les dan la espalda. El día 20, diez antes de las elecciones, Neri trata de averiguar qué socios han votado desde Cuba por adelantado –el país caribeño es el segundo con más afiliados a SGAE después de España–, y se pide por teléfono «la lista de los autores que han votado». Ya en el día de las elecciones, mantienen en el edificio de SGAE un intercambio de mensajes de texto de tintes autoritarios: «Acabo de pillar agazapados en el foso de salida principal de SGAE a Sastrón y a Carmen Alemani y dos más, han estado un buen rato», le escribe Neri a Teddy. El presidente ejecutivo le responde un minuto después: «Averigua quiénes eran». Neri añade en otro sms: «¿Habrá que preguntarlas que hacían? ». Y Teddy sentencia: «Pues sí, es importantísimo saber quiénes eran».
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