Trípoli

La ONU pide ayuda para Siria

Naciones Unidas alerta de la brutal represión que conduce al país hacia una «guerra civil descomunal».

La ONU dice que la represión en Siria se ha cobrado ya más de 3.000 vidas
La ONU dice que la represión en Siria se ha cobrado ya más de 3.000 vidaslarazon

La alta comisionada de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, volvió a mirar ayer al Consejo de Seguridad de Nueva York para que intervenga después de emitir un informe sobre la situación en Siria. Pillay advirtió de que «Siria está al borde de una guerra civil». Asimismo, la surafricana alertó de que se ha producido una «brutal represión» del régimen de Bachar al Asad, que se ha cobrado 3.000 víctimas, entre los que se incluyen 187 niños.
Según Pillay, ex jueza de crímenes de guerra de la ONU, al menos cien personas han muerto en los últimos diez días. «La responsabilidad es de todos los miembros de la comunidad internacional. Hay que tomar medidas de protección de forma colectiva, antes de que la represión brutal y continua, y las matanzas conduzcan al país a una guerra civil abierta», reconoció Pillay. También indicó que sólo corresponde al Consejo de Seguridad decidir si la comunidad internacional debe de utilizar la fuerza para frenar a Damasco, la cual ya ha instado a este órgano de la ONU a actuar con anterioridad.
Pero la cuestión siria pone de manifiesto las divisiones del consejo de Nueva York. La semana pasada Rusia y China bloquearon una resolución con un paquete de sanciones diseñadas por las potencias europeas después de meses de negociaciones sobre el lenguaje del texto. Entonces, los representantes de Rusia y China ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin y Li Bandong, respectivamente, justificaron su veto debido a que sus gobiernos no desean que se repita el escenario de Libia, donde a su juicio las tropas de la OTAN han malinterpretado su función.
Detrás de las palabras de estos diplomáticos se encuentran los intereses y temores de los gobiernos a los que sirven. China, que utiliza su veto en raras ocasiones, ejerció su derecho al mismo para frenar la oleada de revoluciones populares. Temen que cunda el ejemplo dentro de sus fronteras, aunque es cierto que también ha pedido a Damasco la adopción de reformas.


En 10 días
100 fallecidos
es el balance que arrojan los últimos diez días. La escalada de violencia del «rais» sirio aumenta al tiempo que Naciones Unidas busca apoyos internacionales para frenarlo.