Asturias

La Hoja lo mejor de Asturias

Es un apasionado de la caza, tanto que es único para llevarla al plato, tarea complicada en la que es importante ser cuidadoso y trabajar con productos de primera. Dos detalles que Paco Rodríguez aplica como nadie en manjares cinegéticos como el venado o el jabalí estofado, el conejo al ajillo, las fabes con pato o la liebre a la forestal.

Paco Rodríguez, en el comedor del restaurante, decorado con numerosos trofeos de caza, su otra pasión
Paco Rodríguez, en el comedor del restaurante, decorado con numerosos trofeos de caza, su otra pasiónlarazon

Este asturiano de Cangas de Narcea, inauguró el restaurante el mismo 23 de febrero de 1981 y desde entonces sus mesas lo mismo las ocupan escritores, políticos y ministros que apasionados anónimos del buen comer. La cocina tradicional, elaborada con materia prima de primera procedente de su tierra, es la responsable de que La Hoja haya sido, sea y será, probablemente, el mejor restaurante asturiano de la capital tanto por la seriedad, el servicio atento y por la calidad de los productos que ofrece.

Para compartir
Destacan los guisos y los platos de cuchara, entre ellos, la fabada, famosa en Madrid al estar elaborada con las mejores fabes de la provincia, que hoy se pagan caras, ya que, cuenta Paco, quedan pocos jóvenes que se dediquen a su cultivo. Una advertencia: si quiere hacerlas en casa en La Hoja Gourmet, tienda situada en el número 46, es decir, en la puerta de al lado, las encontrará, así como compangos, quesos, verdinas y sidra, entre otros productos de la tierra. Y si prefiere llevarse el plato ya preparado sólo para calentar y degustar, preparan las especialidades de la casa, así como empanada, callos y corzo estofado.

El pote asturiano y las fabes con almejas también sobresalen en una carta consistente que anuncia recetas abundantes. Por eso, haga caso a Paco, que aconseja a los comensales compartirlas, una opción ideal para que salgan satisfechos sin dejar miga en el plato y la cuenta resulte económica. Lo mismo sugiere unas verdinas con langosta que un pescado (merluza a la sidra, fritos de pixín...) o una carne, como el solomillo al cabrales y el pitu de Caleya. Degústelo con un reserva de Rioja como Conde de Romanones, de bodegas Marqués de Campo Nuble, de la D.O. Ca. Rioja, que pertenece al Grupo Garvey: «Se trata de un vino con cuerpo y equilibrio. Por eso va tan bien con cualquier plato, ya sea la fabada, la carne o el pescado», afirma Paco Rodríguez.