Comunidad de Madrid
Los sindicatos alientan la guerra contra el PP ante el 20-N
Son muchas las comunidades, algunas socialistas como Andalucía, en las que se han aumentado las horas lectivas a los profesores, pero las centrales pidieron que se pararan las clases sólo en Madrid
La primera jornada de huelga en todos los institutos públicos de la Comunidad de Madrid logró, además de dejar sin clase a más de 400.000 estudiantes, traspasar las fronteras de las aulas y convertirse en el principal asunto de la actualidad política.
Según los datos oficiales, los sindicatos lograron el seguimiento del 43 por ciento del profesorado del turno de mañana y del 29 por ciento de los docentes de tarde y noche; una cifra que los sindicatos convocantes (FETE-UGT, CC OO, ANPE, SATSE y CSIF) elevaron casi al doble. Lo había advertido Esperanza Aguirre: «La huelga es el ensayo de los sindicatos y de la oposición para las elecciones generales del 20-N y para cuando gobierne el PP».
De hecho, la comunidad que la dirigente popular gobierna fue la única en la que las centrales sindicales pidieron a los docentes que pararan las clases. En las otras nueve autonomías en las que también se ha aumentado el horario lectivo a los profesores, la protesta no pasó de concentraciones simbólicas.
El objetivo fue Madrid y el lema escogido para el uniforme de protesta (una camiseta verde en la que se lee «Escuela Pública de tod@s y para tod@s») nada tenía que ver con el aumento de las horas lectivas semanales a los profesores de Secundaria (de 18 a 20 en el caso de Madrid), que supuestamente originan los dos días de «parón» educativo, que algunos sindicatos como CC OO quieren ampliar hasta el día 22.
Se cumplieron los servicios mínimos, lo que permitió que todos los institutos abrieran sus puertas con la presencia del director, el jefe de estudios y los bedeles. Sin embargo, la mayoría de los alumnos no pudieron recibir clase por imposibilidad de cuadrar horarios con los docentes que sí acudieron. Hubo profesores que se presentaron con las camisetas verdes de la protesta que incluso llegaron a «aleccionar» a sus alumnos con frases como «Esperanza Aguirre quiere que Educación Pública sea "para pobres"»; concentraciones en las puertas de los centros, aulas vacías y centenares de alumnos que cambiaron las calculadoras y los libros por paseos por los pasillos y los patios, en los que la huelga fue el tema de conversación.
Concienciación sindical
De eso ya se habían encargado los sindicatos. Desde el pasado día 14, que convocaron una «jornada de lucha», y con ayuda del 15-M, repartieron pasquines para conseguir apoyos, colgaron pancartas en las fachadas de los institutos e incluso el lunes por la tarde organizaron en muchos centros asambleas con padres y alumnos para informarlos sobre los motivos de los paros y tratar de conseguir «adeptos». Reuniones en las que en algunos centros, como el Margarita Salas o el José Saramago de Majadahonda –donde más de la mitad de los docentes ayer hicieron huelga–, no se logró convencer a todos, especialmente a los alumnos de segundo de Bachillerato: «El primer día de clase nos dijeron que teníamos que apretar mucho para sacar buena nota en Selectividad y resulta que ahora son los profesores los que no vienen a clase», se quejaba un joven a la salida. En este mismo sentido se pronunció ayer la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), al manifestar en declaraciones a Ep su preocupación por este inicio de curso «tan polémico» y señalar que los docentes «van por el camino equivocado» porque los paros «perjudican, en definitiva, a los alumnos y sus familias». «No entendemos cómo se hacen ahora cuando el sistema educativo lleva fracasando más de 20 años», puntualizó.
Según declaró la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, en la cadena COPE, el seguimiento de la huelga fue «desigual», ya que en aquellos institutos en los que hay afiliados sindicales la actividad fue «más fuerte». De hecho, en Madrid capital y en el oeste de la Comunidad, la jornada transcurrió «tranquila», en comparación sobre todo con los institutos del sur y este de la región –antiguo «cinturón rojo»–, donde se registró un seguimiento más alto.
«Marea verde» de docentes
La guerra de cifras volvió a estar presente tras la movilización de los maestros celebrada ayer en Madrid: según los organizadores eran 90.000, para la Comunidad de Madrid había 5.000 y la Policía calculó 20.000 manifestantes. La «marea verde» de maestros (ataviados con camisetas de ese color) de todas las comunidades recorrió Madrid para protestar contra los recortes.
LAS VÍCTIMAS DE LA HUELGA
El primer día nos dijeron que teníamos que apretar para Selectividad y ahora son ellos los que no vienen»
Javier López. Alumno
«Dada la situación económica del país, no me parece justo que los profesores se quejen por trabajar más»
Susana Esteban. Madre de alumno
«Me parece perfecto que los profesores se movilicen por sus derechos, pero lo último es dejar a los alumnos sin clase»
Esmeralda García. Dir. IES Lope de Vega
«Como no empecemos a dar clase pronto, no nos va a dar tiempo a dar todo el temario antes de los exámenes de junio»
Claudia Moreno. Alumna
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