«A veces es más barato viajar que quedarse en casa»

Es uno de esos empresarios «de toda la vida», de los que empiezan de cero, hecho a sí mismo. Ahora preside la Cámara de Comercio de Madrid y el Comité Organizador de Fitur, la Feria Internacional de Turismo que abre sus puertas el próximo miércoles en Ifema.
-En estos tiempos de crisis ¿qué recomienda al viajero?
-Los conceptos han cambiado y el ocio ahora es parte importante de nuestra vida. Quizá no pidamos un crédito para comprar un electrodoméstico, pero sí para irnos de viaje, lo cual quiere decir que ha pasado a ser una parte integrante del ser humano. El turismo se verá afectado, porque no puede ser una isla, pero va a estar menos dañado que otros sectores. Es nuestra primera industria y va a seguir siéndolo. Mientras que hay sectores con descensos de hasta el 50 por ciento, el turismo sólo baja un dos.
-Pero quizá haya que hacer otro tipo de viajes o plantearlos de otra manera...
-A veces es más barato salir. ¡Si hasta para el que vive de una jubilación es más económico a veces hacer un viaje con el Imserso que quedarse en su casa! Además, el poder adquisitivo de los españoles no ha mermado, lo que ha bajado es la confianza y eso es lo que tiene que arreglar el Gobierno, tiene que dar confianza para que la gente consuma y se evitará la destrucción de empleo.
-Y a las empresas turísticas ¿que les recomendaría?
-El empresario lo está haciendo bien. Tendrá que apretarse el cinturón, porque probablemente hagamos viajes más cortos y, aunque se hagan las mismas operaciones, habrá menos ingresos. Deben continuar como hasta ahora. Hay que pasar un tiempo con el cinturón más apretado, pero vamos a seguir contando con el apoyo del cliente.
-En este momento, Fitur ¿qué puede suponer? ¿Qué perspectivas hay este año?
-Las perspectivas siempre son importantes. No por casualidad, en metros cuadrados, somos la primera feria mundial. Este año tiene una misión añadida, la de hacer que la gente consuma, que no ahorre en algo tan importante como es el conocimiento de otros lugares y culturas y que, en momentos de crisis, quizá sea más necesario.
-Desde la Cámara de Madrid ¿cómo se está afrontando la situación económica?
-Poniendo toda su fuerza en dar liquidez a las empresas madrileñas, sobre todo a las pymes, para lo cual ha firmado, junto con CEIM, unos acuerdos económicos con Caja Madrid, la Caixa... y estamos haciendo un seguimiento importante. Todo ello con la ayuda del Gobierno autónomo, que se ha puesto las pilas desde el primer momento.
-Tienen unas líneas de actuación para ayudar al empresario a afrontar la crisis...
-Sí, fundamentalmente se trata, como he dicho, de dar liquidez, crédito, de ayudar a la internacionalización y de formación, que es importante, pero para dirigirla a las empresas que todavía están demandando personal. Estamos trabajando además de con el ICE con tres escuelas específicas. Por ejemplo, la de Hostelería, con los cursos de sumiller, de maître de sala y de cocina. Por otro lado, la formación da la calidad tanto al comercio como al servicio. Estamos con un plan para el sector de la moda, además de la formación de vendedores.
-¿Dónde está realmente el problema de la crisis?
-El Gobierno ha empezado por reconocer la crisis tarde, por poner parches tarde y, además, sin llevarlos siquiera a las Cortes. Nos hemos quedado sin las reservas que teníamos y no hemos solucionado nada. Hay que tomar medidas antipopulares y no se toman. No podemos gastar más de lo que ingresamos y la solución no es subir impuestos, que es lo peor que podría hacer un gobierno. Y cuando hablamos de apretarnos el cinturón, tenemos que hacerlo todos, también el Gobierno central. Para mí sobran hasta ministerios. La Comunidad de Madrid ha quitado tres consejerías y nueve direcciones generales, el Gobierno podría haber hecho lo mismo. De modo que el Ejecutivo tiene que tomar medidas, sean o no sean electorales.
-¿Como cuáles?
-Las subidas que ha ofrecido el presidente a los pensionistas y a los funcionarios no las va a poder llevar a término. Eso es un error. Otra medida sería poner de acuerdo a las fuerzas sociales para tratar de salvar el empleo, porque el desempleo es el mayor drama y puede llevar al desastre de un país. Hay negocios que tienen diez empleados que, facilitando la salida de cinco, tienen viabilidad. Pero en la situación actual, se irán los diez debajo de un puente y la empresa desaparecerá.
-Por cierto, ¿cuál es su opinión sobre el problema de Iberia?
-Se trata de una huelga, está clarísimo, y el Ministerio de Trabajo tiene que actuar. El Gobierno tiene que gobernar, aunque se trate de una empresa privada, porque los perjudicados son los ciudadanos. Y, si estamos en crisis, ya está bien de peticiones. Lo mismo sucedió con los controladores. Creo que se debería acudir al Ejército para asegurar algo tan importante como el tráfico aéreo.