Agentes del Seprona patrullan en Doñana con un vehículo de «renting»

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil destinados en el Espacio Natural de Doñana (Huelva), «están patrullando desde hace meses en un vehículo que lo tiene alquilado, en ‘renting', la empresa que lleva el funcionamiento del parque». Así lo aseguraron ayer a LA RAZÓN fuentes del Instituto Armado quienes detallaron que se trata de un Land Rover Defender.«Es un vehículo privado que está siendo usado por los guardias civiles, cuyos seguros están a nombre de una empresa y no protegen a los efectivos, en el caso de que tuviesen un accidente», lamentan. Conscientes de lo que se están jugando apuntan que «compañeros» de Huelva «exigieron» que, al menos, se diera de alta «en el Sistema Integrado de Gestión Operativa (SIGO) –red informática interna que maneja la Benemérita– y se está haciendo». «Se pone en papeleta el automóvil –añaden– y se mete en el SIGO».El trasfondo de esta circunstancia esconde premio. Según ha podido saber este periódico, el Seprona en Doñana dispone de tres Nissan Patrol GR, que no están en el destacamento. «Uno se ha prestado a los agentes de Niebla, otro al Seprona de Villanueva de los Castillejos, y el otro está de baja», confirman las mismas fuentes. En este contexto, desde la Federación Andaluza de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) son más explícitos acerca de la carencia de medios de quienes vigilan el espacio protegido: «Tienen nueve motos, de las que cinco no funcionan, con lo que sólo están disponibles cuatro para una docena de guardias civiles», enumeran. Y peores son las cifras en lo relacionado con el ámbito acuático ya que «de las cuatro motos de agua de las que en teoría disponen, dos también se encuentran de baja y otras dos no funcionan, así es que no tienen prácticamente material», denuncian. El recuerdo es una mecedora que se mueve sola y no es la primera vez que desde la AUGC alertan de la falta de medios humanos y materiales en Huelva y otras provincias de Andalucía pero creen que con «lo del renting» se ha dado un paso más. «Normalmente si alguna unidad ha necesitado un vehículo se ha prestado –se ‘deja concentrado' en el argot de los agentes–, pero no deben existir muchos precedentes de lo que sucede en Doñana». Vuelven a la cuestión inicial: «Lo más grave es el tema del seguro entre otras cosas, que no cubriría a los guardias que prestan esos servicios», rematan.