Bagdad
Bagdad será una fiesta
La televisión iraquí exhibe desde hace semanas un reloj con la cuenta atrás de la retirada de EE UU.
Hoy apenas quedarán unos pocos soldados estadounidenses en los núcleos urbanos de Irak. Después de varios años de ininterrumpida custodia militar, la capital, Bagdad, se preparaba ayer para celebrar su recuperada «soberanía». La televisión pública ha ido calentando el ambiente con un reloj en el que se podía seguir la cuenta atrás y el Gobierno de Al Maliki ha marcado el día 30 de junio en el calendario como el «Día de la Soberanía Nacional».Está previsto que la fiesta comience en el Parque Zawra, donde músicos y poetas amenizarán la velada mientras los bagdadíes serán testigos de la entrega que harán las fuerzas norteamericanas a las iraquíes de los principales puestos de control de la ciudad. Sin embargo, muchos soldados ya han abandonado estas posiciones tanto en distritos suníes como chiíes. Las calles se llenaron de coches y curiosos mientras las tiendas de la zona sacaban equipos de música a la calle para ir preparando los festejos. Para evitar atentados aprovechando la salida de las fuerzas estadounidenses, la Policía y el Ejército iraquíes han colocado numerosos puestos de control y están inspeccionando vehículos. De hecho, unos cuantos ya han sido intervenidos por llevar armas. «El repliegue de las fuerzas americanas es algo esperado por todos los iraquíes: hombres, mujeres, niños y mayores. Considero el día 30 de junio como si fuera un día de boda», señaló un bagdadí de 38 años cerca de una heladería en el distrito de Karrada. Por su parte, el propietario de una tienda opinó que es una «gran alegría» ver marcharse a los soldados norteamericanos y que, aunque «puede que haya más ataques debido a las luchas de poder, los iraquíes controlan la seguridad». «Es estupendo ver la marcha de las tropas estadounidenses como la primera fase del fin de la ocupación extranjera de nuestro territorio. Nuestras tropas serán capaces de proteger las ciudades iraquíes, pero necesitan más entrenamiento naval y apoyo aéreo», declaró un maestro de Kut. Otros temen que las Fuerzas de Seguridad, sobre todo la Policía, sigan bajo la influencia chií y no acaten órdenes. La retirada de hoy marca el punto y final de la estrategia iniciada en 2007, cuando las tropas de EE UU tomaron los barrios iraquíes para interceder en las luchas entre suníes y chiíes. Entonces comenzó una rutina diaria en la que patrullas de soldados americanos barrían las calles de Bagdad junto a agentes iraquíes para acabar con el terror impuesto por los escuadrones de la muerte y las milicias que nadie quiere volver a ver por aquí. Ap
«Esto nos devuelve a la casilla cero»Pese al ambiente festivo, lo cierto es que, en privado, muchos miembros del Ejército de Estados Unidos confiesan su temor por lo que pueda pasar. Creen que la situación puede sobrepasar a las Fuerzas de Seguridad iraquíes después de años de depender para todo de los americanos, desde la electricidad hasta el agua embotellada. También son muchos los iraquíes que albergan dudas sobre su futuro inmediato. «Los americanos se van, pero no creo que hayan completado la tarea por la que vinieron aquí, la derrota del terrorismo», señala Miriwan Kerim, vendedor ambulante de relojes de 32 años en Kirkuk. «La situación de la seguridad es tan frágil que la retirada militar no nos devuelve a la casilla uno, sino a la casilla cero», señaló Ibrahim Ali, profesor de 26 años.
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