Barajas
Blanco da el «sí» a Aguirre y rompe el bloqueo de Magdalena Álvarez a Madrid
MADRID- «No defraude mi confianza», le advirtió ayer Esperanza Aguirre a José Blanco. La presidenta de la Comunidad de Madrid no podía creer que en sólo hora y media de reunión con el nuevo ministro de Fomento se fuera a romper el bloqueo que las infraestructuras madrileñas llevaban sufriendo cinco años. «Yo tengo la esperanza de que Esperanza confíe en el ministro de Fomento», respondió Blanco. El primer encuentro del recién nombrado ministro con la presidenta autonómica resultó «muy satisfactorio» para ambos. No sólo porque llegaron a acuerdos para nuevas infraestructuras y para dar «luz verde» a las que estaban pendientes, sino por el ambiente de «confianza, lealtad y esperanza» que se regalaron. Un clima hasta ahora desconocido entre Aguirre y Fomento. Sí a todo Si Magdalena Álvarez se negó al cierre de la M-50 y a la construcción de la R-1 y la R-3, José Blanco dijo ayer «sí», siempre que se respete el medio ambiente. Si con la ex ministra de Fomento, el Plan de Cercanías estaba congelado, con el actual se cerró un calendario de reuniones de trabajo y la promesa de presentarlo en mayo. Aguirre celebró el compromiso del ministro y prometió fiarse de su palabra, pero le advirtió, eso sí, con una sonrisa, de que era la octava vez que escuchaba ese anuncio. Blanco se comprometió a hacer la conexión ferroviaria entre Chamartín y Barajas, a cederle vías de tren para llevar el Metro a Torrejón, habló de gestión conjunta de Cercanías y prometió colaborar para trasladar el aeropuerto de Cuatro Vientos a El Álamo. De lo que no hubo compromiso, como la gestión conjunta de Barajas, o la construcción de un aeropuerto de carga en Campo Real, fue porque «en época de crisis hay que priorizar». Lo dice el refrán y lo entonó ayer la propia Aguirre: «Obras son amores». asladar el aeropuerto de Cuatro Vientos a El Álamo. De lo que no hubo compromiso, como la gestión conjunta de Barajas, o la construcción de un aeropuerto de carga en Campo Real, fue porque «en época de crisis hay que priorizar». Lo dice el refrán y lo entonó ayer la propia Aguirre: «Obras son amores».
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