Referéndum en Escocia
Brown cosecha otra derrota histórica para el laborismo
De repetirse el mismo resultado en las elecciones nacionales, Cameron obtendría una cómoda mayoría.
Londres-Empezó mal el curso y lo ha terminado peor. Gordon Brown cosechó ayer una nueva derrota para el Laborismo. El partido del «premier» perdió las «by-election» celebradas en la circunscripción de Norwich Norte. Los comicios se habían seguido muy de cerca en el panorama político, ya que suponían el primer gran examen después del escándalo que tuvo lugar en el Parlamento británico por los gastos sin medida de los diputados de todas las formaciones. Las urnas, de hecho, vinieron motivadas por la dimisión de Ian Gibson, expulsado del partido tras solicitar 80.000 libras para una segunda vivienda que luego vendió a una de sus hijas por un precio muy por debajo del que marcaba el mercado. El escaño de Norwich Norte había sido ocupado por los de Brown desde 1997, pero la candidata conservadora, de tan sólo 27 años, se hizo ayer con el trono obteniendo más del doble de los votos de su contrincante laborista. Con 13.591 papeletas, Chloe Smith se convertía además en la diputada más joven de la Cámara de los Comunes.El resultado es un auténtico hito para los conservadores, ya que se trata de la segunda vez que logran arrebatar un bastión laborista en los últimos 27 años. «Está claro que la gente está pidiendo un cambio en nuestro país», dijo ayer David Cameron. El líder tory aseguró que si la tendencia de voto se repite en las elecciones generales del año que viene, los conservadores ganarían con una mayoría de 190 diputados.El «premier», por su parte, asumió que era una noticia «muy decepcionante» para el partido, pero prefirió atribuir la derrota al malestar que existían aún en el público por los gastos de los parlamentarios. A pesar de que mostró su sonrisa más forzada, Brown es consciente de que los resultados han supuesto un duro varapalo para su liderazgo. Se trata de las quintas «by-election» que pierde desde que se mudó a Downing Street. Todos recuerdan, además, que en las europeas del pasado mes de junio cosechó los peores resultados de los últimos 100 años del Laborismo.Los analistas ya habían advertido de que si perdía esta circunscripción, los rebeldes no iban a caldear una nueva revuelta interna. Pero el hecho de que el malestar no haya sido exteriorizado no quiere decir que no exista. Al fin y al cabo, aún está muy reciente la reunión que mantuvo el partido después de que varios miembros del Gobierno presentaran su dimisión. Se llegó a publicar una carta que los más «desencantados» estaban dispuestos a entregarle pidiendo su puesto, pero una vez más, Brown resurgió de sus cenizas. Ahora se marcha a su descanso estival con el sabor agridulce de un nuevo fracaso. En octubre deberá presentarse de nuevo a los suyos en el Congreso Anual del partido. Sólo entonces se verá si los ánimos están más calmados y sus filas le permiten presentarse como candidato.
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