Cambio de régimen

El cambio en el País Vasco ha sido posible gracias a la decidida y generosa actitud de jóvenes políticos como Antonio Basagoiti, comprometidos en la lucha por una necesaria y deseada regeneración democrática en Euskadi y al ejercicio de responsabilidad histórica de socialistas y populares, que no han dudado en desalojar del poder de forma legítima al PNV por más que intente desacreditarlo Ibarreche. Con la llegada de un socialista a Ajuria Enea se ha puesto término a tres décadas de régimen nacionalista excluyente y asfixiante, y empieza de verdad la transición política en el País Vasco, donde al franquismo le sucedió el «peneuvismo». Han concluido treinta años de hegemonía política y económica de un PNV más obsesionado por mantenerse en el poder, siguiendo la estrategia que subyace en el conocido aforismo del «árbol y las nueces», que en abrazar la causa de la libertad para todos los vascos. Esta anomalía, la ausencia de libertad, que contamina la democracia en el País Vasco, es precisamente el primer objetivo, junto a la lucha contra ETA, que Patxi López intentará corregir. Empeños plausibles para los que contará con el favor imprescindible del PP, pero no así del PNV, cuyos dirigentes, tras escuchar a Ibarreche, se han abonado a la melancolía y al resentimiento tras dejar el poder. Tiempo tendrán en la oposición de rumiar tan sensible pérdida y penar por su desdeñoso proceder durante lustros contra un entorno etarra que hasta la ETB, como denunció Basagoiti, ha presentado como gente decente.