Asia

Operación Emperador

China encarcela a un histórico disidente de Tiananmen

Liu Xiaobo es coautor de un manifiesto prodemocrático

China encarcela a un histórico disidente de Tiananmen
China encarcela a un histórico disidente de Tiananmenlarazon

Desde su tarima de escritor y profesor de la Universidad de Pekín, Liu Xiaobo es uno de los pocos intelectuales que coquetean con el activismo democrático dentro de China. Es, además, un veterano de la disidencia que ha sido encarcelado varias veces desde que participó como cabecilla universitario en las revueltas de Tiananmen hace 20 años. El delito por el que se le acusa esta vez se tipifica como «actividades de agitación» y la acusación cita crímenes tales como «extender rumores falsos, difamar al Gobierno y provocar la subversión para boicotear el sistema socialista».

En realidad, la condena tiene que ver con uno de los raros actos de disidencia ideológica que han brotado en China en las últimas dos décadas. Y es que desde que los tanques sofocaron la revuelta de Tiananmen en 1989, la rebeldía que pone en cuestión la legitimidad del sistema nunca ha conseguido despertar el interés de las masas. Otra cosa son las protestas concretas, relativamente frecuentes y en las que una comunidad se organiza para pedir el cambio de una ley o denunciar injusticias.

En medio al extendido conformismo de la sociedad china actual, sonaron las alarmas cuando el 8 de diciembre del año pasado un grupo de 303 intelectuales y personalidades de media envergadura publicaron la llamada «Carta 2008», un documento bastante moderado, que pedía la aplicación de los Derechos Humanos en China, hacía sugerencias sobre cómo debería evolucionar la República Popular y tocaba, eso sí, algunos de los grandes temas tabú de la política.

Al menos 101 de los firmantes fueron interrogados o detenidos pocos días después de la publicación del manifiesto, que con el paso de los meses ha recibido el apoyo de más de 8.000 chinos de clase media. Xiaobo está considerado uno de los autores intelectuales. De hecho, lo único que cambió ayer es su estatus penal: ha pasado de sospechoso a acusado, ya que llevaba seis meses en custodia policial, algo que la Policía china hace a menudo para «investigar» delitos y arrancar sospechosas confesiones.