Pekín
China reclama una «Gran Muralla» política en 50 aniversario de la revolución tibetana
Cuando se cumple hoy el 50 aniversario de la revuelta tibetana fallida contra el poder chino que finalizó con el exilio del Dalai Lama, el presidente chino, Hu Jintao, reclamó la creación de "una Gran Muralla"por la estabilidad y contra el separatismo en el Tíbet.La región se encuentra virtualmente cerrada al exterior en estas fechas, un año después de las revueltas más violentas en dos décadas contra el poder chino, con muertes de civiles no contrastadas, por lo que Pekín ha endurecido el control fronterizo y varios periodistas que intentaban llegar al Tíbet han sido detenidos.Hu instó a diputados tibetanos de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) a poner en práctica las políticas de Pekín para avanzar en la construcción de "un nuevo Tíbet socialista unificado, democrático, próspero y armónico".La oposición tibetana lamentó la postura china ante el aniversario y criticó las declaraciones unionistas."Es obvio que después de medio siglo los líderes chinos todavía no han aprendido que no van a poder destruir el espíritu de resistencia tibetano con tanques y pistolas. La actual represión está causando enorme sufrimiento a los tibetanos pero está condenada al fracaso", señaló la ONG Estudiantes para un Tíbet Libre (SFT, en inglés), en un comunicado.Pekín reconoció un aumento de fuerzas de seguridad en Tíbet y las provincias aledañas "para encargarse de cualquier infiltración y actividades de sabotaje de la camarilla del Dalai Lama y de otras fuerzas hostiles", según aseguró Kang Jinzhong, comisario político de los cuerpos de policía armada en el Tíbet.La climatología parece haber ayudado a Pekín a aislar el Tíbet, ya que la agencia oficial Xinhua comunicó que parte de una montaña se desplomó esta mañana debido a las lluvias, sin causar víctimas, sobre la principal autopista que une el Tíbet con el exterior, la que llega hasta Chengdu, en la vecina provincia de Sichuan.Una nota de Xinhua afirmó hoy desde Lhasa que la calma y la paz presiden las calles, "con los peregrinos rezando en círculo en el decimoquinto día del Año Nuevo Tibetano, una fecha importante".También el presidente del gobierno regional de Tíbet, Qiangba Puncog, que se encuentra en Pekín para asistir a la ANP, aseguró que las tropas de la capital tibetana se encuentran en "estado normal".Consultados por Efe, distintos hoteles de Lhasa aseguraron que la situación es "segura"y que no hay inconvenientes en viajar a la zona si se dispone del permiso correspondiente.No obstante, las autoridades locales informaron de una explosión registrada ayer tras unas protestas en una zona habitada por tibetanos en la provincia vecina de Qinghai (noroeste) y que afectó a un vehículo policial, sin causar daños personales.El Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC, siglas en inglés) informó de que reporteros de siete medios internacionales, entre ellos de Televisión Española (TVE), fueron detenidos unas horas en zonas fronterizas de Gansu, Sichuan y Qinghai, y sus grabaciones quedaron confiscadas.En rueda de prensa convocada hoy, el portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Ma Zhaoxu, aseguró no saber nada de los arrestos de periodistas y aprovechó para criticar la iniciativa estadounidense que condena la represión en el Tíbet."El punto de vista de algunos representantes anti-chinos en el Congreso de EEUU ignora la historia del Tíbet. Expresamos nuestra grave preocupación por este informe. El Tíbet es un asunto interno de China (...) y pedimos a estos congresistas que se atengan a las normas básicas de las relaciones internacionales", expuso Ma.Para limpiar la imagen negativa creada ante este asunto, el gobierno chino ha iniciado una campaña de propaganda positiva, con la creación de una página web de derechos humanos en el Tíbet y una serie de televisión emitida por la cadena estatal CCTV "con historias que muestran la vida real de los siervos tibetanos cuando en Tíbet regía un sistema feudal", en referencia a los lamas.Tres millones de tibetanos viven en el Tíbet y en las provincias aledañas de Qinghai, Sichuan, Gansu y Yunnan, aunque por lo menos un 10 por ciento de la población en la región autónoma es de la etnia mayoritaria china Han, en cuyas manos está el poder y el comercio.El 10 de marzo de 1959 tuvo lugar una revuelta tibetana contra la ocupación comunista de 1950, una revuelta que fue aplastada por el Ejército chino, causó más de 10.000 muertos y obligó a exiliarse a unos 100.000 tibetanos junto al Dalai Lama.
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