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Cubik: la sofisticación de lo sencillo

La Razón
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Su propio nombre lo refleja: en Cubik está todo calculado. Todo está milimétricamente pensado para hacer de una visita, más o menos breve -desde un cóctel hasta una cena completa- un momento especial donde la atmósfera se coordina para crear esa perseguida armonía que tan de moda está últimamente. El comensal lo tiene ya muy claro: no sólo paga por la comida, sino también por el ambiente. El concepto explotado hasta la saciedad en los países nórdicos desemboca en la capital en el local de reciente apertura Cubik, donde el cuidado de los pequeños detalles (las luces y velas, el delicado hilo musical, la coordinación estética de todos los elementos) es la vara de medir. Asimismo, la atmósfera relajada está en consonancia con una de las cartas más vanguardistas del momento; el chef, Andrés Hoyos, en constante revisión de las tendencias culinarias, es el encargado de diseñar platos tan sofisticados como los siguientes: sashimi de salmón con vinagreta al cabernet sauvignon y leche de coco o lasaña con solomillo de buey al cabrales, rissotto Cubik con carabineros y trompeta de la muerte son algunos de los ejemplos. Y si estas son pocas razones, añada el placer de conocer los productos importados más exóticos, como la guanábana, imprescindible en algunos de los platos.

Direccion: C/Aduana, 12. Madrid.tel.: 91 523 04 81.precio medio: 25 euros.p