Asturias
Cuestión de protocolo
Por encima de los titulares, Doña Letizia y Carla Bruni se revelan como dos expertas en su cargo
Ellas lo saben. No es una «cuestión de Estado» pero tanto Carla Bruni como la Princesa de Asturias demostraron esta semana que saben cuidar al máximo los detalles de su guardarropa. Mucho se ha comentado al respecto, pero lo cierto es que sólo profesionales como expertos en protocolo, diseñadores y estilistas pueden hacer un análisis objetivo y alejado del morbo. La cuestión estética importa –seguimos ansiando réplicas de Jackie Kennedy o Gracia de Mónaco–, pero también saber que ambas damas han cumplido con su «deber»: lograr el equilibrio entre la etiqueta que exige el protocolo («dresscode») y sus estilos personales. Para Diego Zala, profesor de Comunicación de la Escuela Internacional de Protocolo, antes es importante aclarar que «se compara a Doña Letizia con Carla Bruni, pero a nivel de protocolo no es correcto. En tal caso, Bruni debería equipararse a la Reina, pues ambas son las consortes de un Jefe de Estado». «Entiendo el interés que despiertan», afirma la joven creadora María Barros, debutante en Cibeles la pasada temporada e incluida entre los «100 líderes del futuro», según la revista «Capital». Y añade: «Creo que son muy coherentes, lo mismo Carla Bruni como embajadora de la moda francesa que la princesa por su fidelidad a sus diseñadores de cabecera».Guiño a EspañaEl primer gran secreto de esta cumbre «fashion» quedó al descubierto en la escalerilla del avión en el que el matrimonio Sarkozy aterrizó en Madrid: la Primera Dama francesa se presentaba en España con un ceñidísimo vestido del diseñador francés de origen tunecino Azzedine Alaïa (en el «top five» de los creadores más elitistas del mundo, junto a Balmain, Balenciaga y Givenchy). El conjunto, en el que algunos vieron un guiño a España por aquello de la camisa tipo torera era el comienzo de un espléndido despliegue estilístico. Con el esperado encuentro Bruni-Letizia llegó la foto: ambas optaron por vestidos tipo cóctel y largo a la rodilla. ¿Casualidad o acuerdo? «Coincidencia», afirma el profesor Zala: «Un jefe de protocolo o un asesor de estilo jamás pregunta o informa sobre la ropa que va a llevar una princesa o primera dama». Como era de esperar, la ex modelo lució un vestido en seda azul de Dior, una de sus firmas habituales. Los responsables de prensa en España de la casa francesa no pueden pronunciarse al respecto –«es un tema muy delicado», se disculpan–, pero sí reconocen que la relación de Bruni con la «maison» «ha surgido de forma natural». Perfecto en su silueta y color, este «look» «muestra su buen gusto: elegancia sobria y atemporal, y un aire contemporáneo muy chic», según Aitor e Iñaki Muñoz, diseñadores de Ailanto. Aunque Sofía de la Cruz ve una pega: los zapatos de Christian Louboutin y forrados en «tweed», «más adecuados para una persona mayor». Sobre el calzado de Doña Letizia, la experta en estilismo hace un apunte: «La Princesa estaba muy guapa, pero los zapatos no le favorecen. Se llevan las plataformas y el "taconazo", pero la horma que ella suele lucir resulta demasiado voluminosa para su figura menuda». El minimalismo de BruniComo si de un desfile de alta costura se tratara –por su teatralidad y exclusividad–, fue la cena de Gala ofrecida por los Reyes en el Palacio Real la que más nerviosismo generó. De nuevo, Bruni causó sensación con un minimalista vestido de Dior en terciopelo azul noche, «totalmente tendencia», como afirma De la Cruz. La Princesa de Asturias optó por un vestido de Lorenzo Caprile realizado en «shantung» de seda gris perla y que ya ha lucido –y transformado– en otras dos ocasiones. Para la estilista, «aunque el polisón puede resultar anticuado, disimulaba su delgadez». Pero no fueron las únicas «guapas» de la noche. ¿Entre el resto de invitadas? «Destacaría a Sonsoles Espinosa, Cristina Garmendia y Ángeles González-Sinde: iban muy correctas y bien vestidas», afirma el diseñador Miguel Palacio. Incluso Esperanza Aguirre, fiel a un estilo más «ceremonial» con vestido en gasa y chaqueta de raso, ha sido elogiada. ¿Una pega? Su reloj, un accesorio «prohibido» en términos de moda y poco útil en un evento así. Al fin y al cabo serían Doña Letizia y Carla, las auténticas «top» de la noche, quienes cerraran el gran desfile.
El hombro de Sonsoles Espinosa¿Correcto o no? Sí, a todos los efectos. A nivel protocolario, porque «está permitido, siempre que sea un vestido largo», explica Diego Zala. Y para los expertos en moda, «porque los vestidos de inspiración griega y escote asimétrico son tendencia».
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