Culebrón de verano

Dirección y guión: Roberto Sneider a partir del libro de Ángeles Mastretta. Intérpretes: Ana Claudia Talancón y Daniel Giménez Cacho. México, 2008. Duración: 107 minutos. Melodrama.

Puebla, años 30. Catalina, una adolescente con ganas de comerse al mundo o de que el mundo se la coma a ella, ve que el hombre la mira con los ojos ardiendo igual que si fueran carbones. El general Ascencio es un tipo peligroso, machista y oscuro que ha decidido contraer matrimonio con Catalina, virgen enganchada pronto a su deseo. «Como agua para chocolate» (1992), adaptación de la novela escrita por Laura Esquivel que podría guardar paralelismos con el filme de Sneider, era también un melodrama aunque bailó al caprichoso son del realismo mágico, mientras «Arráncame la vida» envuelve la trágica y valiente historia de Catalina en las condiciones sociopolíticas me- xicanas de entonces. Unos tiempos en los que las mujeres sólo debían abrir la boca para hablar, con permiso, de temas livianos y soportar que la casa se le llenase con los hijos bastardos del esposo. Menos la recia Catalina, que envía los convencionalismos a paseo y comienza una apasionada relación con un músico. Una pena que la ambiciosa producción, cuyo mayor atractivo reside en el eléctrico trabajo de Talancón y Giménez Cacho, pierda fuelle y que el devenir sentimental de Catalina despiste sobre el meollo del asunto: la plasmación de aquella realidad dura que intuimos pero no llegamos en serio a lamentar.