Del fiasco de Gibraltar a la visita a Chávez

Al ministro Moratinos le han molestado las críticas generalizadas a su insólita presencia en Gibraltar. Moratinos acusó ayer a Mariano Rajoy de «desleal» por las críticas al fiasco del Peñón y aseguró que en las cuestiones de Estado el resto de partidos debe apoyar al Gobierno. Quiere el ministro un respaldo ciego y sin condiciones a su política exterior y que si, como ha sido el caso, el Gobierno tira por la borda el legado diplomático de más de 300 años de contencioso, Rajoy y el resto de los españoles se zambullan en el desastre junto a él. Moratinos debe de pretender también que el país se rinda sin condiciones a su complicidad con un régimen autoritario como el de Chávez, al que visitará esta semana. Y tal vez quiera que el PP ponga la mejor de sus sonrisas. Pero no puede ser, porque el ministro ha escrito una de las páginas más negras de la historia de nuestra diplomacia.