Londres
Discóbolo de Mirón llega el cuerpo
Madrid- El arte es la locura del hombre por perdurar, trascender el tiempo. La historia, que es paradójica, ha querido que la escultura griega subsista en la copia romana. Así tenemos el Discóbolo de Mirón, que no es de Mirón, pero que es su Discóbolo. Roma aplicó, mucho antes que el moderno siglo XX, la reproducción por eso del gozo personal y expolió el genio de la Grecia clásica con réplicas para el jardín. El original de bronce, fechado en el 450-440 a. C., ha desaparecido en la turbamulta de los siglos y, a veces, sólo nos quedan estos mármoles para villas que atestiguan lo que hizo la civilización helénica. Nacimiento de un icono De todas las imitaciones que se conservan, la de mayor importancia es la del British Museum que apareció en el siglo XVIII en Tívoli. Saltó de las vitrinas museísticas en 1948, cuando se convirtió en una de las imágenes de los primeros Juegos Olímpicos después de la Segunda Guerra Mundial, que acogió, precisamente, la ciudad de Londres. Esta pieza, que, hasta ahora, jamás ha abandonado la institución británica, se verá por primera vez fuera de su sala en España. Formará parte del catálogo de obras de la exposición «La belleza del cuerpo. Arte y pensamiento en la Grecia Antigua» que acogerá, a partir del próximo tres de abril y durante los seis meses siguientes, el Museo Arqueológico de Alicante (Marq). «Humanismo sería la palabra que definiría la cultura griega -afirmó Ian Jenkins, comisario de la mues- tra y responsable de las colecciones de la Grecia Clásica del British Museum-. Fueron los primeros en mostrar interés por el cuerpo, en dirigir la mente al autoconocimiento. Entrevieron el cuerpo y la mente como un solo, portador de la belleza y la sabiduría». El cartel de este evento, que contará con 125 obras de arte, es este Discóbolo que, como característica única, tiene la cabeza mal dirigida: hacia el frente y abajo, en vez de hacia a un lado. «Esta iniciativa no sólo busca la contemplación. Enseña esa búsqueda de la trascendencia del cuerpo a través de la belleza», comentó ayer, durante la presentación en el Museo Arqueológico de Madrid, Lesley Fitton, directora del Departamento de Grecia y Roma del British Museum. «La perfección de estos mármoles rebasa lo que se haya podido ver con anterioridad», continuó. El recorrido comienza con los ídolos de las Islas Cícladas, estatuas pequeñas de líneas geométricas y sin rostro, y avanza hacia los kuoros. Incide en la representación de hombres y mujeres, atletas y hérores, sin olvidar los seres mitológicos y fabulosos.
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