Dispendios descomunales

Ahora que Pau Gasol ha ganado la NBA es bueno recordar que en la liga de las estrellas del baloncesto norteamericano están controlados por ley los sueldos de los jugadores. Aquí en España sólo rige la ley del talonario. El último en sacarlo ha sido Florentino Pérez.
Kaká y Cristiano Ronaldo le han costado al señor Peréz y a los bancos que lo avalan la monstruosa cifra de 161 millones de euros. A partir de aquí el tema ha sido y es arena del debate. En la política esta semana se presenta una iniciativa no de ley, desde la izquierda eco-socialista, para que el Gobierno limite las retribuciones. A otros niveles se ha puesto en marcha la máquina de las comparaciones. Ejemplos. Lo que ha pagado el Real Madrid al Manchester por Ronaldo equivale al sueldo mínimo de 10.726 personas. O con ese dinero se podrían construir 900 viviendas de protección oficial de 80 metros cuadrados. Datos que pueden ser calificados de demagógicos.
Pero que nadie olvide que las mismas entidades bancarias que hay detrás de Pérez niegan créditos a miles empresas por falta de solvencia. La pregunta es ¿el Real Madrid tiene solvencia debiendo a la seguridad social lo que le debe? Más allá de las cifras está la ética. Una vieja costumbre que el arzobispo de Barcelona recordó. Martinez Sistach habló, este fin de semana, de dispendios descomunales, recordando el sentido social que debe dársele a la propiedad privada.