«Dont stop the music»

Para mí, que siempre le he puesto banda sonora a todos mis recuerdos, el nacimiento de las redes P2P (sistema que permite a cualquiera descargar todo tipo de archivos a través de internet) significó no tener que volver a pisar la sección de música de El Corte Inglés.Desde entonces, me he creado mi propia Biblioteca de Alejandría de mp3, a pesar de que estos programas P2P han sido perseguidos, eliminados, y muchos de sus creadores sancionados (véase el caso del programador Pablo Soto, y los 13 millones que le piden las discográficas). Tal y como aseguró hace poco más de una semana «L'Anuari 2009 de la Música i l'Espectacle als Països Catalans», elaborado por la revista «Enderrock», en Cataluña, la facturación de la industria musical a través de soportes de música grabada, ha bajado de 92 a 21 millones desde 2003. Y en ese mismo periodo, ha aumentado casi un 40 por ciento la facturación de la música en directo. Tal vez por eso, muchos grupos musicales ya se saltan el paso de las discográficas y publican sus trabajos gratuitamente en internet para darse a conocer. Al final, cuenta lo que la gente quiere. El concepto de «sacar un disco» se ha quedado anticuado, sabe a peseta y a radiocasete. Probablemente hoy, lo más acertado sería hablar de «meter un disco», de meterlo en la red, en internet. Un concepto que no sabe nada a euro, pero sí con mucho aroma a ipod.