Dos pasajeros del Air France vinculados con el terrorismo islámico

Es al menos lo que tratan de dilucidar los servicios secretos franceses tras haber identificado entre el pasaje del vuelo AF 447 siniestrado el pasado día 1 dos nombres coincidentes con los de dos sospechosos vinculados al terrorismo islamista. La información la revelaba ayer el semanario galo «L'Express» en su edición digital, toda vez que añadía que no se ha podido completar la identificación y correspondencia entre los presuntos terroristas y los dos pasajeros del avión por carecer de las fechas de nacimiento respectivas. No obstante, la policía no desecha tampoco la posibilidad de que puedan tratarse solamente de homónimos pero las pesquisas demuestran que, aunque poco plausible, la del atentado es una hipótesis aún vigente.
Por su parte, la investigación técnica abierta el pasado fin de semana sigue concentrándose en los 24 mensajes codificados enviados automáticamente por el avión y que indican una cadena de averías en los sistemas de eléctricos y de navegación. Todas las miradas están puestas en los llamados «Pitot». Si se tiene constancia de que estas sondas externas que sirven para calcular la velocidad del avión no funcionaron correctamente, no se puede establecer que sean las responsables directas de la tragedia.

Primeros cambios técnicos
Todos los Airbus 330 y 340 están dotados de estos dispositivos que en más de una ocasión han fallado. Por eso ayer, Air France, y ante la amenaza de varios sindicatos de pilotos de dejar de volar con esos aparatos, se comprometió a acelerar el programa de sustitución de los «Pitot» de primera generación por ejemplares más perfeccionados. De hecho, ninguno de sus modelos despegó ayer sin haber reemplazado al menos dos de los tres sensores de los que están dotados, por precaución, pero sobre todo por la presión sindical.
Aunque no fijó plazos concretos Air France quiere que toda su flota disponga de los nuevos sensores «en los próximos días» según el calendario propuesto. Coinciden todos los sindicatos en que estos medidores no serían la única causa del accidente pero sí «un factor que contribuyó». Sostienen que hay un «riesgo real» de perder el control del aparato en caso de que estos dispositivos transmitan informaciones erróneas, como fue el caso en el vuelo Río de Janeiro-París.
Por otra parte, la Marina de Brasil recuperó ayer otros 13 cadáveres, con lo que ascendió a 41 el total de víctimas sacadas de las aguas del Atlántico. En primer lugar fueron trasladados16 cuerpos, y posteriormente los otros 25, en dirección al archipiélago brasileño Fernando de Noronha. Hoy serán trasladados a Recife, donde serán conducidos al Instituto de Medicina Legal, institución encargada de completar las tareas de identificación.